Redacción
Gracias a los pescadores locales, un equipo de científicos en una expedición en Camboya para etiquetar peces del río Mekong descubrió el pez de agua dulce más grande jamás documentado: una raya gigante de 300 kilogramos que se extiende casi 4 metros desde la nariz hasta la cola.
«Es casi inconcebible que un pez tan grande todavía se encuentre en un río tan explotado y desarrollado como el Mekong», dice Zeb Hogan, biólogo de peces de la Universidad de Nevada, Reno.
El equipo de científicos, parte de una colaboración internacional llamada Maravillas del Mekong, etiquetó y liberó la raya que batió récords (Urogymnus polylepis) gracias a tener vínculos cooperativos con las comunidades pesqueras locales y un poco de suerte. Los investigadores se estaban preparando para colocar etiquetas acústicas en 200 peces y usar matrices de receptores para rastrear sus movimientos a lo largo de 300 kilómetros a lo largo del Mekong, cerca de la ciudad de Stung Treng, en el norte de Camboya. Los datos podrían ayudar a los esfuerzos de conservación.
A principios de mayo, los pescadores locales dijeron a los investigadores que sin darse cuenta habían capturado una raya hembra de 180 kilogramos. El equipo de Wonders of the Mekong, en el área para desplegar receptores acústicos, ayudó a devolver los peces al río de manera segura.
Luego, los pescadores de la misma zona informaron haber capturado una raya “mucho más grande” durante la noche del 13 de junio. Los científicos llegaron al sitio el 14 de junio y «afortunadamente, también tenían los suministros necesarios para marcar» los peces, dice Hogan, director del proyecto Wonders of the Mekong que estaba en Reno en ese momento. Después de medir el pez, el equipo ayudó a devolverlo a la naturaleza. La raya eclipsó al pez de agua dulce más grande documentado previamente: un bagre gigante en peligro de extinción de 293 kilogramos capturado en el Mekong en Tailandia en 2005.
Los investigadores de Wonders of the Mekong no están simplemente cazando peces grandes. El proyecto se centra en un tramo remoto del río que alberga cerca de 1000 especies acuáticas y se cree que es un refugio de importancia crítica durante la estación seca para los peces de agua dulce en peligro de extinción. Además de la biodiversidad, el Mekong apoya la pesca regional y es una fuente vital de alimentos para gran parte del sudeste asiático.
Esta es la primera vez que se implementa una matriz acústica en Camboya para rastrear peces marcados. La raya gigante también se convirtió en el primero de los 200 peces que el equipo de Wonders planea etiquetar, logrando que el esfuerzo «fuera una ventaja inesperada e increíble», dice Hogan.
Encontrar un espécimen tan raro «señala que todavía hay tiempo para salvaguardar estos megapeces de agua dulce», dice Solomon David, un ecólogo acuático de la Universidad Estatal de Nicholls en Louisiana que no está asociado con el proyecto Wonders of the Mekong. «Las aguas dulces se encuentran entre los ecosistemas más amenazados del mundo», agrega. «Necesitamos actuar rápidamente para conservar estos hábitats y su biodiversidad carismática única».
