Si esa misma actitud que mostró Junior contra Millonarios la hubiera tenido contra Unión de Santa Fe o contra Bucaramanga, otro gallo estaría cantando. Probablemente habría clasificado a la siguiente fase de la Copa Sudamericana y sería líder absoluto de su cuadrangular en la Liga.
Ni siquiera el empate injusto de Millonarios, en el minuto 44 del segundo tiempo, bajoneó al Junior, que reanudó y se fue a buscar el gol que le diera los tres puntos, alentado por su público y por quienes estaban en el banco e suplentes del equipo local.
Y el premio a esa búsqueda lo encontró en tiempo de reposición por intermedio de Carmelo Valencia, quien minutos antes había reemplazado a Miguel Ángel Borja, quien nuevamente estuvo negado para el gol.
Borja, precisamente, fue uno de los que más celebró el gol de Carmelo y el primero que saltó del campo a la cancha para abrazar a ‘Tuntunendo’, el héroe y artífice de una victoria importantísima para Junior, que lo revive en su aspiración de pasar a la final y tratar de salvar un semestre que estaba en tinieblas luego de la eliminación de la Sudamericana y el mal comienzo del equipo rojiblanco en los cuadrangulares de la Liga.
Fue un triunfo angustioso, pero más que merecido. El 2-1 fue benigno para Millonarios, que debió irse apabullado en el marcador del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, de la misma manera como fue avasallado futbolísticamente por su rival.
Junior lo empezó ganando con un gol de ‘Cariaco’ González, en el minuto 11 del primer tiempo, tras recibir un pase de Fabián Sambueza, quien aprovechó una pifia de Andrés Murillo. El venezolano ingresó al área y pateó para vencer al portero Álvaro Montero.
La superioridad de Junior era demoledora, pero no se reflejaba en el marcador porque una vez más, su hombre gol, Miguel Ángel Borja, no estuvo fino al momento de definir. Borja se comió un gol hecho, tras ganarle la posición a Andrés Llinás y eludir a Montero, pero cuando iba a patear con el arco desguarnecido, perdió el equilibrio y la posibilidad de aumentar la cuenta para Junior.
El cordobés tampoco aprovechó otra ocasión que le quedó tras pelearla con los defensas de Millos. Su remate de zurda, un poco incómodo, lo rechazó Montero.
Ya en el segundo tiempo, otra falla de Murillo, tampoco pudo ser capitalizada por Borja, quien remató al cuerpo de Montero. Ya el público empezaba a perder la paciencia.
Era increíble que Millonarios llegara a los minutos finales perdiendo por la mínima diferencia. El pórtico embajador siguió salvándose en dos jugadas de Edwuin Cetré que Omar Albornoz y Nilson Castrillón no pudieron concretar.
Hasta que vino lo impensable. Millos, que no había hecho un solo tiro al arco en todo el partido, de la nada se encontró con el empate tras un error compartido entre Fuentes y Arias, que fue aprovechado por Jáder Valencia.
Ni Alberto Gamero, que daba brincos en la raya, se creía lo que veían sus ojos. Mientras, en el bando contrario, varios jugadores se quedaron en el gramado, sin ganas de reanudar el partido.
Tuvieron que salir los asistentes de Cruz Real, el mismo entrenador y los jugadores que estaban en el banco, a alentar a sus compañeros. El tablero del cuarto árbitro indicaba que habría cinco minutos de adición, tiempo suficiente para ganar el partido.
Y fue Carmelo Valencia, el hombre que tantas veces ha resuelto para Junior, el autor de un gol importantísimo, que mete nuevamente al equipo tiburón en la pelea por llegar a la final. Era un gol para gritarlo con el alma, como hicieron los jugadores del Junior en la cancha, en el banco y los aficionados en las tribunas.
Nacional, que goleó 4-1 al Bucaramanga, es nuevo líder del cuadrangular A con 5 puntos. Millos y Junior tienen 4 cada uno y cierra Bucaramanga con 3 unidades. En la próxima fecha, el miércoles 8 de junio, Junior visitará a Millonarios en El Campín.
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