Germán Blanco es tan conservador en sus respuestas que parece hacer honor su partido. En cada interrogante deja abierta la puerta a varias opciones para no encerrarse con una sola alternativa.
Así lo hizo al responder esta semana a varios cuestionamientos sobre la agenda legislativa que deberá liderar como nuevo presidente de la Cámara de Representantes, en un momento en el cual el país debate sobre la virtualidad, la recuperación económica, la vacuna del covid-19 y la estructura del Estado.
Este abogado antioqueño, que dice haber iniciado su actividad en la política hace más de 20 años en la comuna 5 de Medellín y que tiene como epicentro de su acción la localidad de Támesis y el suroeste de Antioquia, respondió así en una ronda virtual de medios:
Hay muchas reformas que están engavetadas desde hace años. Y los colombianos reclaman hoy que se modifique el sistema educativo, la salud, la justicia; que se modifique el sistema agrario. Le hemos hecho un llamado al Gobierno Nacional para que haga uso del legislativo y presente todas esas reformas que está reclamando el país, pero sí hay iniciativas que estamos esperando que el ejecutivo presente para nosotros estudiar.
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No es fácil determinar este tipo de modificaciones. Hoy hay unas reglas de juego, y el país, el gobierno está centrado en las contingencias para trabajar el tema de esta pandemia del covid-19 y cómo atacar sus consecuencias. Claramente, no son los temas esenciales pensar en los periodos y en las formas de este tipo de funcionarios. Sin embargo, está al libre albedrio del ejecutivo y del legislativo, para presentarlos como proyectos y la discusión llegará en su momento.
La verdad es que, en el estado de emergencia económica, social y ecológica, el ejecutivo termina legislando en una serie de materias. Obviamente, cuando termina la emergencia es el legislativo quien asume la función del control a sus actuaciones.
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Es un tema social que se debate entre lo ideal y lo real, es decir, todos quisiéramos que existiera un mínimo vital, que todos los colombianos tuvieran el mínimo para subsistir, pero las condiciones económicas del país pueden determinar una gradualidad en el tema. Lo tendrá que explicar el Ministro de Hacienda y las demás autoridades en su momento. Esperemos, pero si es una discusión que gana mucha vigencia y más con la contingencia del covid-19.
El fallo es muy claro. Primero, admite la separación de poderes en Colombia. Nosotros somos diferentes a la rama ejecutiva. Segundo, legitima el actuar del Congreso de la República y ratifica la necesidad de los decretos que se expidieron por el presidente, para poder trabajar virtualmente. Por último, genera una presunción de legalidad, por las decisiones que se han tomado en la discusión y aprobación de los proyectos y los actos legislativos.
Nosotros somos función legislativa, no somos autoridad sanitaria. Es la autoridad pública sanitaria la que determina las condiciones de funcionamiento y seguridad. Hoy hay una restricción; nosotros tenemos una serie de parlamentarios mayores de 70 años y con preexistencias médicas que están incluidos dentro de las excepciones que tienen los decretos nacionales. En Bogotá, no se ha alcanzado el pico de la pandemia, lo que permite pensar que colocaríamos en riesgo la vida de nuestros compañeros y funcionarios de la Cámara de Representantes y yo, sin ser autoridad de salud, debo acatar los lineamientos nacionales.
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Los tiempos, necesariamente, los determina el comportamiento de la pandemia y las autoridades de salud distritales y nacionales. Ellos son los que deben manifestar si se modifican las reglas que hoy se tienen para el desplazamiento, las reuniones y el funcionamiento institucional, teniendo en cuenta el riesgo que se pueda asumir hoy en Bogotá. Los tiempos y el alcance de cuándo estaríamos físicamente es muy difícil saberlo.
Es imposible dar una fecha. Reitero hay que esperar el comportamiento de la pandemia. Cuando las condiciones estén dadas, yo soy el más interesado en volver a trabajar físicamente.
EL TIEMPO
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