Más de 300.000 afiliados a la EPS Sanitas en Bolívar, Caldas, Quindío y Risaralda experimentarán un cambio significativo en la entrega de medicamentos. Según un comunicado oficial, la empresa Disfarma asumirá la gestión farmacéutica en estas regiones, como parte del plan de intervención liderado por el Gobierno, próximo a cumplir un año.
El cambio abarca la dispensación de medicamentos del Plan de Beneficios en Salud (PBS) y los no PBS, buscando mejorar la calidad del servicio y reducir barreras de acceso. “Este modelo simplifica procesos, elimina trámites adicionales y evita desplazamientos innecesarios, fortaleciendo la atención a nuestros afiliados”, explicó Kemer Ramírez Cárdenas, agente especial interventor de EPS Sanitas.
Este ajuste marca la tercera fase de un proceso que inició el 1 de octubre con cambios en 15 departamentos y continuó el 1 de noviembre en otros nueve. Hasta ahora, 1,9 millones de usuarios han sido parte de esta transformación, que busca integrar el suministro de medicamentos PBS y no PBS en un modelo más eficiente.
En las fases iniciales, se logró abarcar el 12 % de la población afiliada en un 31 % de los municipios incluidos. Sin embargo, la evaluación de los beneficios de estas medidas aún está pendiente.
Aunque la intervención apunta a mejorar la prestación del servicio, persisten quejas por problemas adicionales en la atención de la EPS. Esto genera dudas sobre el impacto general del plan cuando se cumpla un año de la decisión de la Superintendencia de Salud.
Con más medidas previstas, los afiliados esperan que estos cambios no solo optimicen la entrega de medicamentos, sino también la calidad integral del servicio ofrecido por EPS Sanitas.
