A pocas horas de conocerse la victoria de Gustavo Petro como el próximo Presidente de Colombia, algunos medios y usuarios en redes sociales llegaron a especular sobre un alza del precio del dólar hasta los 5.000 pesos.
(Lea: Dólar: a qué se deben máximos históricos y qué viene para la divisa).
En las últimas semanas, la divisa extranjera ha registrado un escalamiento importante de su precio, posicionándose por encima de 4.300 pesos. No obstante, expertos coinciden en que esto se da por factores tanto internacionales como locales, y que no tienen que ver directamente con la actualidad política del país.
Juan Eduardo Nates, asociado senior de divisas en Credicorp Capital, asegura que hay probabilidad de que el dólar llegue a 5.000 pesos en caso de que algunos factores que están devaluando el peso colombiano sigan deteriorándose.
Uno de estos es el alza de la inflación en Estados Unidos y Europa, lo que implica una alta expectativa de seguir aumentando las tasas de interés y que, por ende, impacta en las divisas.
Asimismo asegura que: «En Colombia, a pesar de que tenemos muy buenos resultados financieros desde el año pasado, la reducción del déficit fiscal se ve amenazada por un dólar costoso. Junto con la caída del precio del petróleo».
Para Nates, Estados Unidos está tratando de controlar la inflación con subidas de tasas de interés y generando una expectativa de que no va a haber demanda de bienes básicos, como ‘commodities’, por una posible recesión. Esto implica que el precio del petróleo caiga y, en el caso de Colombia, se traduce en menos ingresos, mayor déficit de cuenta corriente y más déficit fiscal por la deuda externa del país.
«En Colombia el siguiente paso es aumentar las tasas de interés con mayor agresividad. Ahora somos menos competitivos en tasas de interés que países como Chile y Brasil«, dice Nates.
Por otro lado, Jeisson Balaguera, director ejecutivo de Values AAA, dice la Tasa Representativa del Mercado (TRM) está teniendo un cambio muy grande en la Bolsa de Valores de Colombia porque hay mucha demanda de dólares.
«Muchos pesos están transformándose en dólares y se están refugiando en países como Estados Unidos, porque, aunque las tasas de interés son altas, existe un un panorama político más estable que el de Colombia», puntualiza Balaguera.
A quiénes beneficia o perjudica
La subida en la cotización del dólar tiene el potencial de impactar los precios de los bienes importados, que hoy pesan alrededor del 15 % en la canasta familiar de los colombianos. Así mismo, puede impactar en el sector de la construcción, según explica Herman Dávila, docente de la Facultad de Negocios, Gestión y Sostenibilidad del Politécnico Grancolombiano.
«Una subida del dólar va a implicar un mayor recaudo de tributos asociados a las importaciones. Esto, por supuesto, representa mayores ingresos para el Estado, pero a su vez, estas importaciones con mayores costos pueden ser transferidos a los consumidores, como en el caso de los carros importados, que muy seguramente van a subir de precio, afectando el consumo de aquellos hogares que deseen adquirir vehículos«, explica Dávila.
Otro afectado será la inversión extranjera, ya que la incertidumbre con este panorama hace que las empresas extranjeras sean cautelosas al momento de invertir en el país, afectando de esta manera la generación de empleo en Colombia. Y en la medida que no haya inversión extranjera, no va a haber recaudo tributario e ingresos para el Estado colombiano, dice Dávila.
Para Balaguera, el dólar con un precio alto beneficia a las empresas exportadoras, ya que reciben ingresos en dólares y aumentan su poder adquisitivo en pesos. Asimismo, para quienes devengan en dólares o euros y tienen gastos en pesos colombianos.
La alza del dólar se va a ver reflejada en el aumento de los precios de productos importados y alimentos locales, «ya que los animales que utilizamos son alimentados con granos importados; y los alimentos y hortalizas vienen siendo fumigados y tratados con fertilizantes importados», asegura Nates.
(Además: Régimen subsidiado propone mejoras en las EPS, pero no eliminarlas).
«Al pagar un mayor precio por estos insumos, su precio final también aumentará e impactará en la inflación», puntualiza Balaguera.
Y habrá una consecuencia para el Estado en sus compromisos fiscales, específicamente a la hora de pagar deudas e intereses en dólares.
PORTAFOLIO