El primer ministro Eduard Heger dijo el miércoles que las personas tendrán acceso a tiendas, centros comerciales, diversas reuniones y servicios públicos, incluidos bares y restaurantes, sin restricciones. No tendrán que presentar ningún certificado de haber sido vacunados, recuperados del COVID-19 o haber dado negativo al coronavirus.
Esas medidas restrictivas deberían levantarse a fines de febrero.
Como próximo paso, el gobierno también planea suavizar los límites en la cantidad de personas que asisten a varios eventos y reuniones públicas y la mayoría de las otras restricciones restantes un mes después, dijo Heger.
El gobierno aún tiene que anunciar los detalles del plan.
Heger hizo el anuncio mientras las nuevas infecciones diarias en su país se mantienen en niveles récord de alrededor de 20.000 casos, un nivel prácticamente sin cambios desde principios de febrero. El martes, Eslovaquia registró 19.955 casos nuevos para un total de casi 1,3 millones en la nación de 5,5 millones.
“Tenemos que aprender a vivir con COVID”, dijo Heger. “Tenemos una herramienta eficiente para protegernos, y esa es la vacuna”.
Solo más de 2,5 millones de eslovacos, o el 50,3 % de la población, han sido completamente vacunados, muy por debajo del promedio de la Unión Europea del 71 %.
A pesar de la tasa de vacunación relativamente baja, los hospitales están tratando a menos pacientes por COVID-19 que durante la ola anterior impulsada por la variante delta.
Eslovaquia ha registrado 18.145 muertes relacionadas con COVID-19.
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