Redacción
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Si todos los días, durante todo un año, te despiertas una hora más temprano y dedicas esos minutos a tu persona, tu productividad aumentaría en un 1000 por ciento.
En esa hora, puedes hacer lo que quieras, siempre que te enfoques en ti mismo en implique actividades que normalmente no harías durante el día de trabajo. La hora de cada día también puede ser diferente. Simplemente se trata de invertir 60 minutos para convertirte en una persona más funcional, considerada, vivaz y positiva.
Los siguientes son tips sobre cómo puedes dedicar ese tiempo para obtener los mejores resultados.
Prepárate para el día o la semana que viene
Este hábito, en sí mismo, puede producir tremendos beneficios. En lugar de pasar de una cosa a otra con la mente en un torbellino, tendrás mucho más enfoque.
Esto no solo hará que la experiencia de vivir sea más agradable y menos estresante, sino que también te permitirá aprovechar las experiencias mejor. En lugar de tratar de descubrir qué sucedió después en los breves períodos de tiempo que tienes entre actividades, puedes preparar tu cerebro para enfrentar cada cosa en su momento, sin adelantarse a los hechos. Esto te dará los descansos mentales que tanto necesitas y te permitirá prepararte para lo que viene después. Eso conducirá a niveles elevados de presencia en cada actividad y, en consecuencia, a un mayor rendimiento.
Invierte en aprendizaje
Despertar temprano también es un gran momento para el aprendizaje independiente: puedes pasar el tiempo leyendo o aprendiendo una nueva habilidad.
La lectura, por sí misma, es muy agradable y gratificante. También puede darle un gran aumento de productividad porque el contenido que consume a menudo se puede aplicar a la vida diaria. Incluso cuando no parezcan relevantes, los libros tienen una forma divertida aplicarse al día a día. Una novela sobre un hombre que escapó con el circo, por ejemplo, puede ayudarte a encontrar la manera de manejar a un empleado descontrolado.
Las nuevas habilidades, por otro lado, pueden venir en muchas formas diferentes (podcast, audiolibro, video tutorial en YouTube), y puedes elegir mejorar en las áreas en las que anhelaba profundizar. Podrías convertirte en un mejor programador o diseñador o incluso aprender a hacer malabarismos con manzanas. El objetivo es hacer algo que estimule tu cerebro y active tu entusiasmo.
El aprendizaje independiente no solo tiene un beneficio físico, sino también psicológico. Somos más felices cuando estamos aprendiendo y creciendo. Después de terminar la escuela, a menudo no estiramos nuestras mentes de la misma manera. Entrar en una rutina donde siempre aprendas algo ofrece enormes beneficios.
Comienza un nuevo hábito
También podrías tomar una parte de estas mañanas para desarrollar un nuevo hábito. Esta podría ser una publicación diaria de blog (¡o vlog!). Podría ser tomar una foto, enviar un correo electrónico a una persona para conectarse, etc.
Darte este tiempo y espacio para entrar en rutinas también pagará dividendos a largo plazo. Los hábitos no son valiosos por lo que agregan en un día o dos; valen la pena cuando persisten con el tiempo.
Imagina enviar correos electrónicos a una persona nueva cada día durante un año. Incluso si terminas hablando solo con un 20% de ellos, estarías entablando 70 nuevas conversaciones.
Haz ejercicio
Incluso 15 minutos de ejercicios pueden ayudarte a mantenerse saludable y en forma. Si el ejercicio es parte de tu rutina típica, incluirlo en esta hora no debe contar. Pero en los días en que sabes que no tendrás tiempo y quieres que tu corazón trabaje un poco más, un entrenamiento rápido puede ser extremadamente útil.
Hacer ejercicio a primera hora de la mañana también es una excelente forma de comenzar el día y sentirse productivo en todo momento.
Medita
Esta es otra actividad de alto impacto que no hacemos lo suficiente. La meditación no solo ofrece una oportunidad para ser más centrado y espiritual, sino que también puede agregar un valor práctico significativo.
Cuando no reflexionamos, tendemos a pasar por la vida sin considerar nuestras acciones. No pensamos lo suficiente sobre cómo ciertas actividades nos hacen sentir, ni pensamos en las lecciones que obtenemos de lo que nos sucede.
Esto, en consecuencia, conduce a errores que se repiten cuando uno no los reconoce, considera e interioriza conscientemente. También lleva a tomar decisiones más amplias que no coinciden con tus objetivos. Sin tiempo para reflexionar y pensar, la sociedad tiene una mayor influencia en tus decisiones.
Es desafiante pensar realmente si desea realizar una determinada acción. Requiere tiempo, reflexión y energía mental. Cuando no haces de esto una prioridad, la sociedad puede dictar tus elecciones. Es más fácil preguntar si otros aprobarían la elección en lugar pensar específicamente que es lo que tú quieres. Eso significa que terminas haciendo cosas que pueden verse bien externamente, pero que te hacen sentir mal por dentro como persona y como emprendedor.
La reflexión le permitirá mitigar estos tiempos y tomar mejores decisiones, así como capitalizar lo que está aprendiendo cada día.
Esta hora puede pagar dividendos extremos. Todo lo que se necesita es una hora, todas las mañanas, durante un año para aumentar realmente tu productividad en un 1,000 por ciento. Podrás lograr una cantidad enorme de objetivos, establecer buenos hábitos y ponerte en el camino hacia la felicidad y el éxito.
