Sobre el kilómetro 6, de la vía que de Bucaramanga conduce a Girón, yacía un hombre en uno de los andenes hacia las 5:40 de la mañana de este domingo. «Ese man está como muerto», comentaban algunos trabajadores de una empresa del sector.
Una de estas personas explicó que «se le notaba un bulto de plata en el bolsillo izquierdo. Lo movimos y no se despertó. Sacamos el dinero y contamos $722 mil».
Además de esta suma en efectivo, también se encontró un celular. Seguidamente los trabajadores llamaron a los agentes de Policía del Poblado, Girón, quienes llegaron al lugar unos 15 minutos después.
«El señor tenía el teléfono completamente descargado. Un compañero que tenía el mismo tipo de celular le puso la batería de él y se pudo encender. En ese momento apareció el mensaje que indicaba 49 llamadas perdidas, eran de la esposa».
Al instante entró una llamada de la desesperada mujer. «Como ya estaba la Policía ahí, la comunicamos con un patrullero y le explicaron el estado en que su esposo había sido encontrado».
Los patrulleros procedieron a despertar al hombre y lo sentamos. «Lo primero que hizo fue coger el bolso. ‘Mis cinco millones’, decía desesperado mientras se ponía las manos sobre la cabeza», relató el testigo.
Al buscar detenidamente en el bolso, se encontró dicha suma envuelta entre prendas de vestir.
Como el hombre no estaba en condiciones de manejar, la motocicleta fue dejada en un parqueadero y fue embarcado en un taxi, tal y como lo solicitó. «Estaba completamente en lagunado, lo único claro era que tenía los $5 millones. Ni se preocupó por la plata que tenía en los bolsillos. Ese dinero se entregó a la Policía junto con la billetera donde había más plata».
El ciudadano que contó lo sucedido espera que este caso sirva como ejemplo para que hechos similares no vuelvan a suceder. «El hombre jugó con la economía de su familia. Menos mal lo encontramos nosotros, de lo contrarío lo habrían dejado hasta sin ropa interior. Ojalá más de uno coja escarmiento. Cuando salgan a tomar vayan sin vehículo y dejen la plata en la casa».
Fuente: Vanguardia.com