Estrategias para recuperar el empleo perdido en Bogotá tras pandemia | Empleo | Economía

La pandemia por covid-19 generó una crisis sanitaria que tuvo un fuerte impacto en el mercado laboral, dejando cifras históricas de desempleo en el país. Entre las zonas más afectadas se encuentra Bogotá. 

(Esto ganan los colombianos más contratados por empresas del exterior). 

Para 2019 la tasa de desempleo en la capital cerró en 10,9% según el Dane. El año siguiente, en 2020, subió al 17,9%. Para finales de 2021, se vio una pequeña disminución al caer al 16,4%. 

Para el último trimestre de 2021, Bogotá se posicionó como la cuarta ciudad en el país con mayor tasa de desocupación (14,2%). En los primeros lugares estaba Montería, Cúcuta e Ibagué. 

El estudio ‘Convirtiendo a Bogotá en ciudad líder para la generación de empleo formal’, realizado por Probogotá y la Anif (Asociación Nacional de Instituciones Financieras), reveló que la pandemia también tuvo un impacto negativo en los ingresos de los hogares. 

De enero de 2020 a enero de 2021 se registró una pérdida acelerada de los ingresos. Se estima que cayeron en 11,8 billones de pesos.

En lo corrido del 2021, la recuperación de los ingresos de la ciudad alcanzó los 5 billones. Esto deja un rezago de alrededor de 6,8 billones. 

Asimismo, la cifra de ocupados todavía no alcanza los niveles prepandemia. Para 2019 estaba en 4 millones y en 2021 pasó a 3,7 millones de personas. En esta población son más los que ganan menos de un salario mínimo, con 37,8 por ciento el año pasado, cuando en 2019 eran el 26,8 por ciento.

El estudio reconoce que hay indicadores en el mercado laboral que no han tenido la misma mejoría. Entre ellos la brecha de desempleo por género. En los hombres, el desempleo se ubicaba el año pasado en 14,1 por ciento, y en las mujeres, en 17,6. Eso es una diferencia de 3,5 puntos porcentuales. En 2019 la brecha era de 2,4 por ciento.

Cuando se profundiza la mirada en los sectores que más generan empleo para las mujeres, como las actividades artísticas, el entretenimiento, la administración pública, la defensa y la educación, entre otros –con 66 y 62 por ciento en 2021–, se encuentra que estos no presentan la misma participación frente a aquellos donde mayoritariamente contratan hombres, como construcción y transporte y almacenamiento, donde tan solo el 9 y el 13 por ciento son mujeres.

Los sectores de comercio, hotelería y restaurantes, que suelen ser lo mayores generadores de fuentes de trabajo en la ciudad, no han tenido la recuperación esperada a pesar de la reactivación económica en el país. 

(Más de 100 oportunidades laborales en el área de manufactura). 

Por ejemplo, en el trimestre octubre-diciembre de 2021, frente al mismo lapso de 2020, solo se crearon 3.000 empleos. Mientras que en el sector de la construcción, donde más se emplean hombres, fueron 53.000.

Ahora bien, la informalidad es otro de los factores que alcanzado altos niveles tras la pandemia. El informe muestra que mientras el trabajo por cuenta propia (que en su mayoría es informal) logra superar los niveles de 2019, al estar 10 por ciento por encima de hace tres años; el empleador particular (en su mayoría formal) está 5% por debajo de los niveles de 2019. 

En este sentido, el 56% de los ocupados son empleados particulares y el 35% por cuenta propia. 

La inactividad es otro de los factores que remarca el estudio. En diciembre de 2019 eran alrededor de 2 millones de personas sin actividad y para el cierre de 2021 se llegó a 2,5 millones. 

De hecho, el análisis plantea que la creciente inactividad es “uno de los grandes retos en la capital”, pero, principalmente, para las mujeres. Mientras que hay 900.000 hombres en esa condición, las mujeres suman 1,6 millones. En el total de inactivos se destacan oficios del hogar, donde ellas son muchísimas más, con una relación de 800.000 contra 50.000 hombres.

Estrategias para superar los retos del mercado laboral

La investigación muestra que es de urgencia que el Estado garantice la protección social a los ciudadanos sin importar si están en el sector formal e informal. De esta manera, el pago de la seguridad social no sería una barrera para el empleador por el costo de la contratación; ni para el trabajador que busca no perder los beneficios del Sisbén. 

Esta propuesta implica que se implemente de forma gradual, iniciando por las mujeres y jóvenes entre 18 y 25 años, quienes son los dos grupos poblacionales más afectados por el desempleo. 

La investigación también expone que el salario mínimo corresponda a las realidades en regiones y la contratación y cotización sea por horas. No solo porque la productividad en la capital es más alta que en otros lugares del país, sino porque el trabajo por horas ya es una realidad en el mercado laboral.

Junto a ello, plantean la creación de incentivos tributarios. Es decir, que los parafiscales se puedan descontar del impuesto de renta y subsidios para los sectores de empleadores de mujeres y jóvenes. El estudio estima que esta estrategia podría beneficiar a cerca de 400.000 mujeres desempleadas. 

Para reducir la barrera de contratación femenina, se propone que la licencia de maternidad sea compartida equitativamente (50 y 50 por ciento) entre mujeres y hombres. Asimismo, la liberación del tiempo productivo para las mujeres, mediante la creación de guarderías, centros deportivos y de cuidado infantil. 

(El desempleo en Colombia retorna a niveles prepandemia). 

En cuanto a los jóvenes, se plantea la formación para las necesidades de los empresarios locales –la educación técnica y tecnológica– y bilingüismo, además de promover la priorización de esta población en la contratación de obras públicas.

PORTAFOLIO
Con información de EL TIEMPO*

Fuente de la Noticia

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