Las tropas ucranianas le dijeron que solo permitían a mujeres embarazadas en el servicio desde la ciudad de Lviv hasta la frontera polaca, pero dijo que los vio impedir que algunas mujeres africanas embarazadas subieran a bordo.
“Cuando preguntamos por qué estaban haciendo esto, los soldados nos apuntaron con armas, poniendo en peligro nuestras vidas”, dijo a Reuters días después de que finalmente logró completar su viaje y aterrizó en el aeropuerto de Abuja en Nigeria el viernes.
Decenas de estudiantes extranjeros se han hecho eco de sus quejas en las publicaciones de las redes sociales, diciendo que fueron maltratados mientras hacían cola con las multitudes que intentaban escapar de la invasión rusa.
Reuters no pudo verificar de forma independiente los relatos de estudiantes asiáticos y africanos que fueron sacados de trenes, retenidos en las fronteras y empujados al final de largas filas.
La policía nacional de Ucrania y el servicio fronterizo estatal no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios sobre los informes que Reuters había recibido de los refugiados.
Pero la Unión Africana dijo esta semana que estaba preocupada por lo que había escuchado y la agencia de refugiados de la ONU dijo que había instado a las autoridades de los países vecinos de Ucrania a abrir sus fronteras a los ciudadanos africanos.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, dijo el miércoles que las autoridades habían enviado una línea directa para estudiantes africanos y asiáticos que buscaban ayuda para salir. “Estamos trabajando intensamente para garantizar su seguridad y acelerar su paso”, tuiteó.
‘LA POLICÍA NOS SACÓ’
Estaba entre los 415 estudiantes nigerianos que volaron a Abuja en un vuelo fletado por el gobierno nigeriano desde Bucarest. El gobierno también ha enviado aviones para recoger nigerianos de Polonia y Hungría.
Un estudiante que aún esperaba en Varsovia dijo a Reuters a través de Zoom que él y dos compañeros nigerianos fueron sacados de un tren que habían abordado en la capital de Ucrania, Kiev.
“Ya estábamos en nuestra cabaña y llamaron a la policía. Vino la policía y nos sacó a rastras. La policía (dijo) que ‘esto es específicamente para los ucranianos’”, dijo Alexander Orah, un estudiante de administración de 25 años.
Reuters tampoco pudo confirmar de forma independiente su relato.
Orah dijo que a él y a sus amigos finalmente se les permitió abordar un tren a Medyka, en la frontera con Polonia, pero luego se encontraron con guardias que les dijeron que los africanos, los sudasiáticos y los árabes tenían que usar un cruce diferente hacia Rumania.
Cuando los estudiantes se negaron, dijo que los guardias levantaron barricadas para evitar que cruzaran mientras permitían que los blancos se fueran. Cuando la creciente multitud comenzó a avanzar, un soldado les apuntó con un arma, dijo.
“Amartilló su arma y se puso en posición de disparar, así que levantamos las manos y comenzamos a decirle: ‘Somos estudiantes; solo queremos irnos a casa’”. Orah finalmente se dirigió a la capital polaca y comenzó a buscar su próxima salida.
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