Ni siquiera una pandemia ha puesto freno en la creatividad cinematográfica de los alumnos y profesores del CIFP Juan de Colonia. La iniciativa creada para fomentar las habilidades artísticas y críticas nació hace cuatro años de la mano de Rafael Tabares, actual docente en el centro. Es el director y productor de los cortometrajes con la ayuda de Cristina Martínez Güemes, ex profesora del Juan de Colonia y actual profesora del IES Fray Pedro de Urbina. De una manera u otra, se esfuerzan para que en cada vídeo se deje impregnada una moraleja diferente sobre la que reflexionar. El pasado 9 de julio presentaron las creaciones de este curso escolar en los cines Van Golem de la ciudad, una fecha que fue aplazada hasta la nueva normalidad.
La idea de promover este tipo de actividades a las que su creador Tabares ha denominado ‘cine de aula’ tienen como objetivo «lograr que en el centro docente se realicen otro tipo tareas, ajenas a las puramente lectivas, pero que pretenden ser igualmente educativas y formativas». Los profesores señalan que el concepto inicial surge con el fin de poner en manifiesto temas actuales y con repercusión directa o indirecta en el alumnado para conseguir que recapaciten sobre los distintos debates sociales. Todo ello se hace posible gracias a la implicación e ilusión de ambas partes -profesorado y alumnado- que de forma voluntaria y en horas no lectivas (como sábados y mediodías) dedican su tiempo libre a idear y grabar los vídeos. En este curso 2019/2020 han estado trabajando en la representación de dos proyectos audiovisuales, uno de ellos durante el curso y otro de menor duración que nació en las casas de los participantes a raíz del confinamiento.
62 es el nombre del cortometraje principal en el que se refleja la precariedad laboral empleando como hilo argumental la historia de una directora de personal en una empresa que se dispone a comunicar un ERE a los trabajadores. En el transcurso de los comunicados se enfrenta a un empleado que le hace repensar sus aspiraciones vitales. Si la temática ya era tendencia antes de la aparición de la pandemia, con la situación económica actual ha hecho que lo sea aún más.
Los certámenes de cortometrajes están realmente complicados, además de que se hayan cancelado varios festivales por motivos evidentes, el auge del cine amateur está dificultando no solo el galardón sino también la preselección que aporte visualizaciones a los vídeos. A pesar de ello, desde el CIFP Juan de Colonia han querido presentar 62 a través de las plataformas Festhome y Filmfreeway.
El mismo día en los Van Golem se proyectó en segundo lugar Coronator. No estaba planeado entre los participantes de ‘cine en el aula’, pero en pleno confinamiento y con la ideación del concurso Stop Virus Film Festival -cuyo objetivo fue promover la cultura y la creatividad de los cineastas independientes-, decidieron entregarse en un nuevo minicortometraje cada uno desde sus hogares. Además, por cada película enviada se destinaba una donación a la investigación sobre el coronavirus, motivo que les impulsó a ponerse manos a la obra con mayor celeridad. En tres minutos de duración se realiza una crítica a la confianza que se ha depositado a las nuevas tecnologías. Hasta el punto de, por ejemplo, dejarse deleitar por productos que se venden como novedosos pero inútiles en la práctica así como una demostración de que si bien las diferentes plataformas acercan a otras personas, en ningún caso podrán suplir al contacto social. Un fin de curso diferente en el que los centros educativos han buscado la forma de sacar el máximo partido a los días de inactividad a los que han tenido que enfrentarse.