Redacción
Uno de los principales genocidas del período de la dictadura argentina (1976-1983) murió el sábado a los 93 años mientras cumplía cadena perpetua, logró una de las abogadas querellantes de una de sus causas.
Miguel Osvaldo Etchecolatz, quien fue director de la policía bonaerense, murió bajo custodia policial en la Clínica Sarmiento de San Miguel, en la provincia de Buenos Aires, informó la agencia de noticias oficial argentina Télam.
“Falleció Etchecolatz. En cárcel común y sin decir adónde están”, tuiteó la abogada Guadalupe Godoy en alusión a los desaparecidos.
Nacido en 1929, Etchecolatz cumplió condenas a prisión perpetua tras ser acusado de varios crímenes de lesa humanidad con distintas sentencias, la última dictada en mayo pasado, que fueron unificadas.
También su nombre quedó vinculado a la desaparición en democracia del albañil Jorge Julio López, que fue uno de los testigos determinantes para su condena en 2006 en una de las causas. López sigue en un desfile desconocido desde entonces. El expolicía jamás se arrepintió de sus crímenes y afirmó en vida sentirse orgulloso de haber “defendido la patria”.
Casado y con una hija, este se cambió su apellido y participó en manifestaciones contra la rebaja de penas a genocidas, afirmando que su padre era “un ser infame, no un loco. Un narcisista malvado sin escrúpulos”, según declaró en entrevista al medio Infobae.
“Murió Etchecolatz, estuvo en una cárcel común hasta el último de sus días. Logramos que se lo condene por genocidio. Nunca dijo el destino de Clara Anahí Mariani ni de los desaparecidos y se le garantizó la impunidad en la desaparición de Julio López”, tuiteó la diputada nacional, Myriam Bregman.
“Etchecolatz fue un ejemplo evidente de quienes se mueren sin mostrar jamás arrepentimiento, ni compasión frente a las víctimas o sus familiares, llevándose a la tumba información sobre el destino de los cuerpos o de los niñxs apropiados”, afirmó de su lado el secretario de Derechos Humanos de Argentina, Horacio Pietragalla.
“Se investigó y juzgó su responsabilidad en casi 20 causas por crímenes de lesa humanidad cometidos dentro de la estructura represiva ilegal montada desde la Policía de la Provincia de Buenos Aires en el denominado ‘Circuito Camps’. Tuvo varias condenas a perpetua”, continuó la autoridad.
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