Además de la entrega de armas y la participación política de los excombatientes de las Farc, uno de los logros más importantes que dejó el acuerdo de paz es que el país ha empezado a conocer poco a poco las verdades de lo que ocurrió en el conflicto con esa guerrilla.
Sobre muchos de los hechos que han confesado los exlíderes de la organización subversiva ya se tenían indicios y lo único que restaba era la confirmación sobre la responsabilidad de las Farc, mientras que otros han resultado completamente sorpresivos. Pero todos, sin excepción, han estremecido al país.
La confesión más reciente se dio este lunes, cuando el jefe del partido Farc, Rodrigo Londoño, reconoció en una carta que en la exguerrilla «planearon y ejecutaron» dos atentados contra el exvicepresidente Germán Vargas Lleras.
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En la misiva, Londoño asegura que reconocerán «ante las instancias de verdad, los dos atentados que las Farc-Ep planearon y ejecutaron» contra Germán Vargas Lleras, a quien también, aseguran, le pedirán perdón «con humildad.
Hasta el momento, algunos informes de inteligencia ya tenían indicios de que las Farc habían tenido que ver con los atentados contra Vargas Lleras, pero esta confesión implica asumir directamente la responsabilidad.
El pasado 3 de octubre, las Farc generaron nuevamente sorpresa y revuelo político y judicial, al anunciar que tuvieron responsabilidad en el asesinato del líder conservador Álvaro Gómez Hurtado. Lo hicieron a través de una carta, en la que confesaron otros cinco asesinatos: el del general (r) Fernando Landazábal, del activista de la paz Jesús Antonio Bejarano, el representante a la Cámara Pablo Emilio Guarín y de los exguerrilleros José Fedor Rey y Hernando Pizarro Leongómez.
El contenido de la carta estremeció al país, pues el asesinato de Gómez Hurtado es uno de los crímenes que marcaron la historia del país, cuya investigación en más de dos décadas tiene más preguntas que respuestas y cuya víctima era uno de los políticos más respetados de la época. Además, hasta ese momento, no se tenían muchos indicios sobre la responsabilidad de las Farc en ese hecho.
De hecho, tras conocerse la noticia, fueron varios los sectores que aseguraron que, más que una confesión, de lo que se trataba esa carta era de un encubrimiento de los supuesto autores “reales” del asesinato.
Un mes antes, en septiembre de este año, como lo publicó la Agencia EFE, Milton de Jesús Toncel, conocido en su época subversivo como Joaquín Gómez, reconoció ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) que la entonces guerrilla de las Farc reclutó a menores de edad para sus filas.
«Ninguna explicación ni ninguna causa justifican arrebatarle el libre crecimiento y desarrollo a los niños y niñas, reconocemos el reclutamiento forzado de menores», dijo Toncel.
Por su parte, el18 de septiembre durante la primera audiencia pública de la JEP sobre el reclutamiento de menores de edad en el conflicto armado colombiano, el exjefe de las Farc y actual senador Julián Gallo reconoció que «ese fenómeno» sí ocurrió, pero como «violaciones a la política de ingreso».
«Seguramente hubo casos de reclutamiento forzado pero no se puede concluir que fuera algo regular o que se realizara esa práctica por parte de todas las unidades. Donde se presentó fue violando las normas de reclutamiento», dijo Gallo en esa diligencia.
El 30 de julio pasado, la confesión vino por cuenta de la senadora Victoria Sandino, quien durante un debate sobre la violencia sexual en las Fuerzas Militares reconoció que estos hechos se dieron también al interior de las Farc.
“Esta sociedad que victimiza, en particular a las mujeres y las niñas. Reconozco que estos hechos se presentaron en la organización, no conozco a profundidad los hechos y estoy segura de que se presentaron porque pues estábamos en el marco del conflicto y tenían armas y eran hombres machistas, patriarcales también”, manifestó Sandino.
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