Desde el 1 de mayo, cuando se anunció el cambio del modelo de salud del magisterio, en un acuerdo al que llegó Fecode con el Gobierno, el sindicato de los maestros ha dicho que la transición no ha sido fácil ya que se han presentado traumatismos en varios aspectos como la dispensación de medicamentos, sedes de atención, referencia y contrarreferencia, entre otros.
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Si bien ha sido noticia que este modelo es básicamente la reforma que se hundió en el Senado, lo cierto es que las dificultades en el sector docente se han aumentado, especialmente por el desconocimiento sobre cómo va a funcionar este sistema de régimen especial.
Según lo dicho por Fecode, este modelo se construyó de cara a superar el déficit de atención que tenían los maestros, la integración vertical, la intermediación financiera y la inoperancia de los mecanismos de auditoría y control.
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“Estos son aspectos que sintetizan gran parte de los males que aquejan a más de 800.000 afiliados en todo el país, sometidos por años a la no entrega de medicamentos, no programación oportuna de cirugías y procedimientos, inoportunidad de citas por medicina especializada, entre otros”, argumentan.
Por otra parte, mencionan que los cambios no han sido fáciles, por lo que también se ha dificultado que la salud “deje de ser una mercancía y se convierta en un derecho, porque detrás de ello hay todo un mercado”.
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Sin embargo, diferentes actores y expertos del sector han opinado que con esta información otorgada por el sindicato, se evidencia la posición ideológica del sindicato frente a los verdaderos retos por los que se encuentra el sector.
Carlos Rivas, presidente de Fecode, y Aurora Vergara, ministra de Educación.
Cortesía Presidencia
De acuerdo con el concejal de Bogotá, Daniel F. Briceño, Fecode es “un sindicato arrodillado a la extrema ideología. Ponen la política y relación con el Gobierno por encima de sus propios afiliados”.
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Así mismo, el profesor de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, Giovanni Jiménez, indicó por medio de sus redes sociales que en un comunicado Fecode reconoció el caos generado por el nuevo modelo de salud para el magisterio, “pero que, mediocremente, culpa a la estigmatización, a los prestadores y a quien se les ocurra, antes que asumir sus culpas por la improvisación y falta de planeación. Y cierran pidiendo «esperanza». ¡Cinismo!”.
Vale la pena destacar que en la información entregada por el sindicato, declaran que rechazan de manera “clara y categórica” los sabotajes que se han evidenciado en este proceso de transición, especialmente por quienes pretenden seguir esquilmando los recursos del magisterio”.
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Agregan que tanto los medios de comunicación, como la oposición se han ocupado de mantener la intención de que ese modelo no se materialice y se “retorne al modelo anterior”.
Las dificultades en el sector de la salud docente se han aumentado.
Mauricio Moreno – El Tiempo
De acuerdo con Fecode, desde el 1 de mayo se ha venido trabajando junto con el Gobierno, Fomag y la Fiduciaria La Previsora en la coordinación de acciones en las diversas regiones y departamentos que permitan que el proceso de transición de modelo “transcurra con la mayor certeza y efectividad” sin poner el riesgo la vida y salud de los maestros.
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Sin embargo, el Fomag anunció la semana pasada que las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) públicas, privadas y mixtas podrán prestar los servicios de salud y tecnología que sean requeridos por los afiliados al Fomag sin previa autorización, facturando los servicios bajo la modalidad de pago por evento de la tarifa Soat.
Esto, según alertan los expertos se podría traducir en altos niveles de corrupción, así como también referencian una improvisación por parte de estas entidades para enaltecer el actual modelo de salud para los docentes colombianos.
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