En rueda de prensa en la sede del Comité Departamental de Cafeteros de Risaralda, Roberto Vélez, gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros, destacó el panorama para los caficultores de la zona del Eje Cafetero y del país.
Son más de 20 mil familias las que se dedican a la producción de este producto en el departamento y, en junio de este año, se propuso que entrara en vigencia el fondo de estabilización por la baja del precio a la hora de comprar el café.
La Federación llegó a la región con indicadores alentadores, como los de la densidad de la siembra, pues la cantidad de árboles sembrados por hectárea está por encima de los 5.230.
Sobre la producción de café, el gerente general mencionó que cerrará el año 2019 por encima de los 14 millones de sacos y un valor superior a los $ 6,6 billones, cifras que lo llevan a pensar que la caficultura del país está lista para llegar a casi 21 sacos de café por hectáreas al año.
“Colombia tiene que moverse hacia allá, buscar precios diferenciados, estos son los nichos de los mejores precios y la caficultura de Colombia tiene que trabajar para llegar allá y tener la rentabilidad necesaria para dar mejores ingresos, con acceso a los mercados de mejor valor y costos más eficientes”, agregó Vélez.
Como parte del programa ‘Más agronomía, más productividad, más calidad, mejor rentabilidad’, en los últimos nueve años se pasó de una productividad por hectárea de 11,4 sacos a 20,5 sacos, un aumento de más de un 80 por ciento.
Vélez, en su visita a la capital risaraldense y con las conclusiones del 87 Congreso Nacional de Cafeteros realizado en Bogotá, señaló que “se debe aumentar el consumo de café de alta calidad, en especial en los municipios cafeteros, con el fin de que haya un mayor reconocimiento y exigencia por parte de quienes son consumidores hacia la labor de los caficultores”.
Cabe resaltar que crece la demanda de café colombiano verde e industrializado. Con estos niveles de producción, el año cafetero 2018/2019 pudo cerrar con un crecimiento de 6,3 por ciento en las exportaciones. Y como la producción se mantuvo estable, el equilibrio del mercado interno se alcanzó con importaciones que llegan a representar cerca del 5 por ciento de la producción nacional.
De otro lado, para incentivar el consumo de café de calidad entre los jóvenes colombianos, la FNC, a través de la marca país ‘Café de Colombia’, ha venido desarrollando campañas entre las generaciones millennials y centennials, para incentivarlos a que tomen café.
En el congreso se hablaron de las acciones que se adelantan desde el Ministerio de Agricultura para buscar la competitividad y rentabilidad del sector agropecuario, definiendo estrategias. Entre ellas, la primera es el ordenamiento de la producción.
En el caso particular del sector, se renovaron más de 851.000 hectáreas, es decir, casi todo el parque cafetero entre 2010 y 2019, lo que a su vez ha elevado la producción en 57 por ciento y la productividad en 74 por ciento.
Dicha estrategia pretende reducir costos, respecto a vigilar los precios de fertilizantes y plaguicidas, facilitar el acceso a estos agroinsumos mediante negociaciones conjuntas, y fomentar su uso y aplicación eficiente, racional y sostenible.
Cabe recordar que hace tres meses los caficultores en Risaralda estaban preocupados por la ola invernal que presentaba el departamento. Duberney Galvis, integrante de Dignidad Cafetera en Risaralda, dijo que era necesario destinar recursos para ejecutar planes de mitigación y programas que fortalezcan el precio de café, ya que la situación para los productores seguirá siendo crítica, pues se han dañado cerca del 30 por ciento de los cultivos.
Este año cerró con alrededor de los 14,3 millones de sacos de cosecha.
La segunda estrategia radica en la comercialización que ha permitido cobijar a 25.000 productores agropecuarios bajo el esquema ‘Coseche y venda a la fija’, de los cuales casi 5.800 son caficultores con acuerdos comerciales y 3.510 productores participan en 54 alianzas productivas en café en nueve departamentos, entre ellos Quindío, Valle y Risaralda.
Los incentivos financieros a la producción y al seguro agropecuario también han sido vital en esta estrategia, con créditos a tasa subsidiada, siendo la más baja del mercado para capital de trabajo.
En cuanto a la producción de este año, Vélez se mostró altamente sorprendido con el cierre de cosecha que estaría alrededor de los 14,3 millones de sacos, es decir, unos 300.000 sacos por encima de la cota inicial que se había pensado.
La actividad comercial reportó 258 millones de dólares por las cantidades vendidas de café verde, 4 por ciento más que en 2018; la actividad industrial (café liofilizado y extracto de Buencafé), que también creció un 4 por ciento con ingresos por 111,3 millones de dólares; y los ingresos por la contribución cafetera crecieron 8 por ciento para alcanzar 72,8 millones de dólares.
No obstante el número más grande y más diciente es el costo de la cosecha de 2019, el cual tiene la expectativa de que sea cercano a los $ 7 billones, es decir $ 500.000 millones más que el año pasado.
“Vamos marchando en lo que al final cuenta en una mejor rentabilidad para la caficultura colombiana, y todas estas son buenas noticias, no solo para el café sino para el sector agropecuario y para la economía agropecuaria en general”, concluyó Vélez.
Según el representante de los cafeteros en el país, el 2020 será un año en el cual se van a enfocar en realizar un proceso de extensión en el área, será un año en el que la caficultura colombiana estará orientada a la calidad y a seguir fortaleciendo el compromiso comercial con los productores del grano, partiendo de que cada vez es más evidente el mundo de los cafés especiales.
En suma, los resultados financieros del Fondo Nacional de Cafeteros, en 2019 son positivos. Con sus recursos financió $ 293.371 millones en bienes y servicios públicos cafeteros, 9 por ciento más que el año anterior.
NATALIA CHAVERRÍA
Para EL TIEMPO
PEREIRA