Luis Fernando Jaramillo, nuevo presidente de Dimayor, es abogado de la Universidad de Los Andes, tiene 58 años y cuenta con una amplia trayectoria en el sector público y privado. En la empresa Bavaria ha desarrollado buena parte de su carrera, como Vicepresidente Legal de Asuntos Corporativos.
El contacto que dicha compañía, que patrocina a la Selección Colombia, a varios equipos profesionales y desarrolla el Pony Fútbol, le ha permitido estar siempre ligado a este deporte. Además, hizo parte de la junta directiva de Millonarios, uno de sus grandes respaldos durante su candidatura.
Su relación con el Gobierno son favorables, pues con el presidente Iván Duque coincidieron en el BID, en Estados Unidos, y según, el nuevo dirigente, hablan mucho de fútbol jornadas en bicicleta junto al ministro de deporte, Ernesto Lucena.
Jaramillo llega en medio de la peor crisis económica de los clubes, arrinconados por la obligada suspensión de los torneos, debido al coronavirus covid-19, y a la espera de recursos de un contrato de TV internacional que nunca llegó, lo que ante la falta de más fuentes de ingreso se ha vuelto casi que la única esperanza.
En eso estará toda la concentración del nuevo presidente, tal como lo comentó en entrevista previa con FUTBOLRED: «Debemos mirar cómo financiar los equipos y cómo traer más recursos al fútbol, es la dificultad más grande hoy por hoy, tenemos que resolverlo entre todos. Dentro de todo el contexto que se ha hecho a nivel mundial es cómo traer recursos, para volver a jugar y que, en el futuro con nuestra nueva realidad, podamos recoger recursos en diferentes fuentes».
Un primer punto será concretar los ingresos de televisión internacional, que hoy están más cerca de un conflicto legal con la compañía que en firmó los compromisos en Estados Unidos, que de consignaciones en efectivo para los equipos: «Sobre ese tema, si llego, lo tengo que revisar, mirar el contrato, ver cómo retornar esos derechos a la Dimayor y renegociarlo con alguien más, no quiero causar falsas expectativas pero seguro hay muchos interesados en el mercado internacional», explicó.
El nuevo presidente tendrá que coordinar también el reinicio de los torneos, en medio de los estrictos protocolos y ante la sugerencia del propio presidente Duque de que sea en una sola región y en el mes de septiembre. Sus cálculos, en todo caso, pasan por el comportamiento de la pandemia, que no son tiempos exactos, y que le han hecho pensar que el reinicio podría darse incluso hasta octubre.
Otro desafío importante será resolver las pugnas internas entre los 36 líderes que le dieron su voto de confianza: «Mi mensaje es de unión, aquí no hay G8 ni G12 sino 36 clubes con intereses particulares pero con un gran interés común que es tener una Liga sólida, apetecida internacionalmente, todos tienen el mismo interés, los históricos y los más nuevos. Hay que trabajar para hacer la liga con transparencia, de cara a ellos (los directivos), son los que hacen los sacrificios para tener equipos en forma, no es una inversión menor, no es solo participar sino mantenerse y hay que darles claridad. Hay muchos mecanismos de gobierno corporativo que pueden usarse», dijo.
Una prioridad que tendrá, según sus propios palabas, es la consolidación de una Liga Femenina: «Ya hay un compromiso claro de 16 equipos, es un primer paso pero hay que tomar la Liga femenina como algo importante, con calidad deportiva, no por moda, llenar la caja y decir que somos incluyentes y diversos, hay que tomarlo en serio, buscar los recursos para que sea digna. Nuevamente viene el tema de mercadeo, hay compañías dedicadas al tema de mujer, ser sponsor puede ser muy atractivo. Se ha buscado pero hay que trabajar más ahí».