Gobierno avanza en la hoja de ruta de financiamiento verde | Gobierno | Economía

La ola verde que vienen impulsando los gobiernos y corporaciones en los últimos años ha generado que las temáticas sostenibles sean cada día más transversales dentro de las agendas nacionales.

En paralelo a las emisiones de bonos verdes que ya ha realizado el Ministerio de Hacienda, y mientras el presidente Iván Duque se prepara para la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2021 (COP 26) que se celebrará la próxima semana, el Gobierno está avanzando en la creación de un marco para financiar un crecimiento sostenible a futuro: la taxonomía verde.

(Las 9 empresas adjudicadas en la nueva subasta de energías renovables). 

Como su nombre lo indica, la taxonomía es un sistema de clasificación, que a partir de una serie de criterios, busca identificar qué actividades económicas e inversiones tienen contribuciones sustanciales para el logro de objetivos ambientales, los cuales responden a los compromisos, las estrategias y las políticas trazados por Colombia en materia ambiental.

“Con la taxonomía verde se busca agrupar un grupo de actividades que reúnan criterios dirigidos hacia el logro de objetivos ambientales para el país”, indicó Jesús Antonio Bejarano, viceministro Técnico de Hacienda.

De acuerdo con el funcionario, la taxonomía permitirá identificar que actividades hace el Gobierno que cumplen con esos objetivos ambientales, y a partir de allí clasificarlas.

(La Nación ya supera los 2.800 MW en fuentes renovables). 

“Esto es importante pues permite decir a los inversionistas que van a financiar determinados proyectos cuáles son verdes y garantizar que realmente esas inversiones irán a financiar proyectos que cumplen con compromisos ambientales”, aclaró Bejarano. La taxonomía toma en cuenta los compromisos y las políticas ambientales del país en cuatro grandes objetivos: ambientales, biodiversidad, gestión del recurso hídrico y gestión del riesgo.

De hecho, entre los compromisos ambientales de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), el corazón del Acuerdo de Paris, un tratado internacional sobre el cambio climático que firmó Colombia en 2015, quedó como un compromiso del país que a 2030 debería existir una primera versión de la taxonomía verde.

“En la actualización de esto se presentó como una de las labores que se viene adelantando en medios de implementación. Hacer una taxonomía es un proceso muy ambicioso, pero la apuesta principal está por ahora en cambio climático”, explicó el viceministro.

De este modo, la taxonomía se convierte en un elemento de la hoja de ruta para las inversiones verde, dentro del Acuerdo de Paris, justamente, uno de los temas que se ha revisado desde los Gobiernos es hacia donde está yendo el movimiento de recursos públicos y privados, pues esto no es un tema solo de mercado de capitales, sino de financiamiento.

“Nuestro compromiso como Gobierno está en usar esas inversiones en actividades verdes, y eso se determina justamente con la taxonomía”, indicó el viceministro. Si bien buena parte del objetivo de la taxonomía verde está en captar inversiones, su utilidad da no solo a nivel privado, sino también que permita al gobierno ir a la banca multilateral y lograr financiamiento de proyectos verdes específicos. También desde al lado público están los bonos verdes, los fondos y con los trazadores presupuestales revisar hacia donde se movilizan esos recursos.

LA TAXONOMÍA 

El pasado 20 de septiembre se lanzó s la primera fase de la taxonomía verde para comentarios de la ciudadanía y experto, labor que culminó la semana pasada. A partir de allí la herramienta continuará con sus mesas técnicas para consolidarse.

Esta primera fase incluía un primer documento técnico, con siete anexos con los sectores de energía, construcción, gestión de residuos y captura de emisiones, suministro y tratamiento de agua, transporte, tecnologías de la información y comunicación, y manufactura, y un segundo documento técnico enfocado en los principales sectores del uso del suelo en Colombia: ganadería, agricultura y forestería.

(Sectores económicos del país con potencial y en alerta para el 2022). 

“Estamos aún determinando cómo será la gobernanza y el instrumento jurídico de esto, porque si se deja como un decreto o ley es un riesgo, pues se generan inflexibilidades, y este es un campo que va evolucionando en el tiempo”, dijo Bejarano, quien también aclaró que por ahora no hay tampoco una meta de inversión a través del instrumento.

Sin embargo, el Gobierno de Colombia llevará estos avances la próxima semana para la COP 26 en Glasgow (Escocia), pues el Ministerio llevará los resultados de la primera fase a las negociaciones de la Mesa de Financiamiento Climático y mercados de carbono.

UN TRABAJO INTERINSTITUCIONAL 

Junto al Ministerio de Hacienda también participaron de la creación de la primera fase de la taxonomía verde otras entidades como el Ministerio de Ambiente, Planeación Nacional (DNP), el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y la Superintendencia Financiera, y además, contó con la asistencia técnica del Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional (IFC).

Previo al lanzamiento se identificaron los sectores a analizar y se consultó con diversos especialistas y expertos, para así definir los criterios de elegibilidad y requisitos de cumplimiento de las actividades identificadas.

Ahora se buscará generar un documento único.

LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE 

Fuente de la Noticia

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