Los abuelos de dos niños asesinados han recibido otro golpe.
Amber Rose Rigney, de 6 años, y su hermano Korey Lee Mitchell, de 5, fueron trágicamente estrangulados junto a su madre, Adeline Yvette Wilson-Rigney, el 20 de mayo de 2016.
El compañero de la mujer de 28 años, Steven Graham Peet, se declaró culpable del triple asesinato que ocurrió en su casa de Hillier, al norte de Adelaida.
Está cumpliendo una cadena perpetua obligatoria con un período sin libertad condicional de 36 años.
La investigación de un forense en curso sobre las circunstancias que rodearon las muertes de Amber y Korey y la participación del Departamento de Protección Infantil, anteriormente conocido como Families SA, continuó brevemente el viernes.
Josephine Atkins, en representación de los abuelos de los niños, Steven Egberts y Janet Wells, le preguntó al forense adjunto Anthony Schapel si se podía excluir una orden de confidencialidad del Departamento de Educación para que el abogado de los abuelos pudiera entrevistar a los maestros y al director de la escuela de Amber y Korey.
Pero Anna Wells, del departamento, cuestionó la utilidad de la evidencia potencial de la escuela y argumentó que el consejo que ayudó a Ahura Kalali entregó un resumen completo de las investigaciones y dijo que «no había nada más pendiente».
El forense adjunto dictaminó que la investigación no iría más allá por razones de confidencialidad.
Él debe entregar sus hallazgos.