El objetivo principal es concretar un acto de retractación y de perdón con esta especie. Foto: Santiago Toro/ PNN vía WCS Colombia.
Como parte de las actividades centradas en el churuco, emprendieron un monitoreo comunitario de su población.
Se planea que una vez al mes, un pequeño grupo de este colectivo “pueda entrar al bosque, en compañía de un biólogo de la organización, para que aprendan a hacer avistamientos». Foto: WCS.
También se tranformó el imaginario colectivo ya que ahora se conoce la trascendencia de la especie, por lo que estas mujeres “nunca podrían comerse un churuco como lo hacían sus padres y vecinos hace mucho tiempo”.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo tiene clasificado como “vulnerable”, debido a su declive poblacional relacionado con la destrucción de su hábitat, la caza y el comercio ilegal.
*Con información de WCS.