(AP) — Grupos ambientalistas y reguladores de Florida llegaron a un acuerdo en una demanda por la fuga en 2021 de millones de galones de agua contaminada de un depósito de una planta de fosfato en la Bahía de Tampa, lo que provocó una importante mortandad de peces y la evacuación temporal de docenas de residentes cercanos.
El acuerdo, presentado el lunes en un tribunal federal en Tampa, requiere que el Departamento de Protección Ambiental de Florida emita un permiso de la Ley de Agua Limpia que garantizará la supervisión y la rendición de cuentas por cualquier descarga futura de las instalaciones de Piney Point, dijo Ragan Whitlock, abogado del Centro para la Diversidad Biológica.
La instalación situada cerca de la desembocadura de la bahía de Tampa, en el condado de Manatee, funcionó durante 20 años sin dicho permiso. Está en proceso de cierre y ahora se bombea agua contaminada a pozos subterráneos profundos.
“Es evidente que es demasiado poco y demasiado tarde. Es algo que (los reguladores estatales) podrían haber hecho hace mucho tiempo”, dijo Whitlock el martes. “Pero la instalación seguirá representando una amenaza para la bahía de Tampa durante mucho tiempo”.
Además del permiso, el acuerdo exige que el estado pague $75,000 al Programa del Estuario de la Bahía de Tampa para monitorear la calidad del agua cerca de Piney Point.
El depósito contenía pilas de yeso, un subproducto ligeramente radiactivo de la producción de fertilizantes de fosfato.
Después de que su propietario se declaró en quiebra, el Estado se hizo cargo de su operación y permitió que se almacenara allí material de dragado, según la demanda.
La fuga se produjo cuando rasgaduras en un revestimiento de plástico amenazaron con provocar una ruptura importante que podría haber liberado aún más agua contaminada a menos que se liberara parte.
Debido a esa amenaza potencialmente catastrófica, en abril de 2021 los funcionarios del condado emitieron órdenes de evacuación para las comunidades cercanas al embalse y el gobernador Ron DeSantis declaró el estado de emergencia para el sitio.
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El depósito del que se perdieron alrededor de 215 millones de galones de agua es uno de los tres que hay en el sitio de Piney Point, dos de los cuales aún no han sido drenados.
Más allá de las evacuaciones, la liberación contaminada desencadenó un brote de marea roja tóxica que mató más de 600 toneladas de peces y otras formas de vida acuática en el verano de 2021 en el área de la Bahía de Tampa.
La legislatura estatal ha asignado alrededor de $100 millones para cerrar Piney Point definitivamente, y se estima que esto se completará a mediados de 2025.
“No hace mucho tiempo, las costas, que antes estaban llenas de vida, se llenaban de todo tipo de peces muertos durante meses”, dijo Justin Tramble, director ejecutivo de Tampa Bay Waterkeeper, también involucrado en la demanda. “Esto permite cerrar un poco el pasado y centrar la atención en garantizar que existan mecanismos para evitar aún más tragedias en el futuro”.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, en Florida hay alrededor de dos docenas de depósitos de aguas residuales de fosfato similares. Contienen alrededor de mil millones de toneladas de pilas de yeso similares a las de Piney Point.
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