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HIPOCRESÍA Y FALTA DE EMPATÍA

HIPOCRESÍA Y FALTA DE EMPATÍA | Noticias de Buenaventura, Colombia y el Mundo

El pasado jueves 24 de febrero, muy temprano en la mañana, el presidente de Colombia Iván Duque Márquez dio una declaración televisada condenando la invasión de Rusia a Ucrania, país donde Colombia no tiene ningún tipo de representación diplomática, y alineánodose con los Estados Unidos de América y Europa Occidental. Así o más cínico, mientras que en Colombia acababan de ser masacrados el 22 de febrero otros dos líderes sociales, Teófilo Manuel Acuña y Jorge Tafur.

Esos 30 líderes sociales asesinados en lo que va de 2022 según cifras del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, o los casi 900 líderes caídos en el gobierno de Duque, no han merecido una alocución presidencial de emergencia como la que hizo esta semana. Así han sido las prioridades de este gobierno que parece mirar hacia el otro lado cuando se asesinan a colombianos.

Esa ha sido la hipocresía de Duque, quien de dientes para afuera resalta el Acuerdo de Paz en sus giras internacionales, pero dentro del país ha sido el peor enemigo de la paz. Eso lo sabíamos porque su partido Centro Democrático se propuso hacer del Acuerdo trizas en campaña presidencial hace 4 años, así que no se esperaba que Duque trabajara por la paz. Incluso, la mesa de negociación con el Ejército de Liberación Nacional, ELN, que dejó instalada el presidente Juan Manuael Santos, no la quiso catapultar para negociar con este grupo guerrillero, antes por el contrario, la dejó quieta, sin atención desde que se posecionó en agosto de 2018 y decidió acabarla cuando esta guerrilla cometió el atentado en la Escuela de Policía General Santander en Bogotá el 17 enero de 2019. Duque, de esta manera, cerró cualquier posibilidad de diálogo con el ELN y ratificaba su propuesta de gobierno de más guerra.

La falta de empatía de Duque con sus connacionales también se evidencia en esas zonas del país que quedaron huérfanas cuando la guerrilla de las Farc se desmovilizó. El Estado no fue capaz o, en el caso de Duque, no quiso tener presencia en estas zonas olvidadas porque se sabía del desastre que esto traería en términos de violencia y muerte, es decir, revivir una guerra que se desvanecía con el Acuerdo de Paz. De esta manera en la mayor parte de estas zonas entraron los grupos ilegales a ser amos y dueños. Y para comparar, analicen el ambiente preelectoral de hace 4 años con el que vivimos hoy. En el 2018 hubo calma y paz, hoy hay enfrentamientos, ataques, asaltos y paros armados, lo que conlleva a que los medios de comunicación vuelvan a dar las cifras de soldados, policías y guerrilleros caídos en una guerra que hoy está más viva que nunca. Cero empatía de Duque con sus compatriotas que se siguen matando.

Sin embargo, esta semana que termina, Duque madruga muy temprano para dar su alocución como presidente de Colombia sobre su postura de rechazao por la invasión rusa. Es verdad que el mundo hoy se enfrenta a la amenaza de una guerra, pero a Duque le interesa más tomar posición ante esta crisis global antes que tratar de detener el desangre de su país que hoy tiene recrudecida la violencia en los más altos niveles desde que se firmó el Acuerdo de Paz. La hipocresía de Duque y su falta de empatía con el sufrimiento de los colombianos se las reclamará la historia.

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