La incertidumbre de dos familias terminó este domingo, 14 de enero de 2024, en medio de la tragedia por el derrumbe en Chocó que ha dejado 35 muertos. Lograron identificar a sus seres queridos entre las víctimas.
Limbania Cuesta Ramos fue identificada entre los cuerpos que han sido hallados por los organismos de socorro. Según su familia, la mujer iba en un servicio puerta a puerta y se bajó al baño en la misma vivienda que minutos después fue sepultada por la montaña.
“La señora que quedó de testigo nos dice qué que ella entró al baño a orinar y salió corriendo y ya no tuvo tiempo de salir y ahorita pues nos dan la noticia de qué lamentablemente mi tía sí se encuentra en bastante estado de descomposición”, afirmó Carlos Enrique Moreno, sobrino de Limbania.
Dicen que haberla encontrado es una gota de tranquilidad en medio de tanto dolor por este derrumbe en Chocó.
“Gracias a Dios apareció, no esperábamos la noticia… Siempre uno con la fe en Dios porque milagros se han visto… pero la fe de uno se termina cuando recibe este tipo de noticias”, dijo Carlos al borde del llanto.
Carlos y su hermana, abrazados, caminaron entre la tierra que les arrebató a su tía y abandonaron esta trocha de la muerte, como le llaman.
Astrid Johana Osorio, de 27 años, también estaba refugiada de la lluvia en esa casa. Iba hacia Medellín a recoger a su hijo de 4. Su familia no paró de buscarla entre los escombros.
“Nos llamaron de la ciudad de Medellín, que la niña sí estaba allá entre los cadáveres que habían llevado antier en la noche. Entonces ya vamos para Quibdó a esperar a que lo deporten tempranito”, indicó William Aguirre, primo de Astrid.
Y arrancó hacia Quibdó esperando recuperar el cuerpo de su prima y darle cristiana sepultura. Mientras tanto, otras familias siguen en la zona buscando un rastro, una señal, que los lleve a su pariente.
“Mi prima tiene un tatuaje al lado de la de la pierna, es un tatuaje de un piecito cargado por una mano. Esa se la hizo en honor a un hijo de ella”, expresó Jaime Bedoya, quien apoya las labores de búsqueda.
En el área de la emergencia, más de 200 personas que hacen parte de organismos de socorro y Fuerzas Militares están trabajando.
Asimismo, familiares de víctimas han agarrado palos para meterlos en el lodo y así facilitarles a los perros poder detectar los olores de los cuerpos y que estos puedan ser rescatados.
“Hemos tenido que convivir con personas que realmente es desgarrador mirarlos como lloran, como sufren por sus seres queridos y nuestra misión es ayudar a sofocar un poco ese dolor entregándoles a su ser querido”, manifestó el sargento segundo Jonny Estupiñán, coordinador de pelotón de emergencias.
Con cayos en sus manos, cansados, completamente enlodados y en condiciones difíciles, las Fuerzas Militares, bomberos y Defensa Civil no cesan la búsqueda.
La esperanza de encontrar a las víctimas es igual o más grande que la magnitud de esta tragedia.
