«Es importante soñar»: Fernando Montaño

Fernando Montaño baila de acuerdo a sus emociones. Es el primer bailarín colombiano que ha hecho parte del Royal Ballet de Londres y su día a día gira entorno a la danza.

Él, cuyo nombre de pila es Fernando Rodríguez Montaño, nació en Buenaventura, Valle del Cauca, y el destino lo radicó en la capital británica para realizar su sueño.

En el marco del Hay Festival, el bailarín colombiano conversó con el periodista de El Universal, Gustavo Tatis, sobre su vida y el apasionante mundo de la danza, que lo ha llevado a recorrer el mundo.

¿Por qué escogiste llamarte Fernando Montaño en el mundo artístico?

Así lo decidí en honor a mi madre que falleció cuando yo tenía 11 años. Ella solo conoció mi gusto por el baile pero no me pudo ver realizado.

¿Cuál es el sonido antiguo que más recuerdas de Buenaventura?

De pequeño me gustaba mucho cuando llovía y el olor a tierra mojada. Los mejores recuerdos de mi vida los tengo allá.

¿Cómo fueron tus inicios ?

Cuando tenía 3 años vi en la televisión un ballet y le dije a mi madre quiero ser bailarín. Yo copiaba los pasos que veía y los repetía en casa. Al cumplir 6 años nos trasladamos a Cali, en donde tuve un contacto directo con el baile.

Cada vez que escuchaba música sentía la necesidad de mover el cuerpo. Recuerdo que mi mamá me llamaba ‘esqueleto rumbero’ porque yo pasaba bailando.

¿Cuál música moldeó tu espíritu ?

Mi gusto por la música viene de mi madre. Yo recuerdo que para cocinar, ella escuchaba música de los 80. Camilo Sexto era uno de mis artistas favoritos…Del folclor nuestro me gustaba el Currulao, el género musical del Pacífico.

¿Por qué no le apuestas a la danza contemporánea?

No soy fans de las cosas minimalistas. Yo pienso que la danza viene más de las emociones.

¿Cómo es tu disciplina?

Considero que soy juicioso. Me levanto todos los días a las 8:30, y algo que no puede faltar en la mañana es un vaso de agua con limón. A las 10:30 a. m. empieza mi primera clase y a eso me entrego todo el resto de día. El domingo es el único día de descanso.

En Colombia hay mucho talento para la danza, pero no es aprovechado porque no tienen sentido de pertenencia, ese es el valor que falta por rescatar.

¿A quién admiras por los artes que ha tallado?

Rudolf Nureyev es uno de los bailarínes que me identifica porque fue muy multifacético; estuvo en películas, hizo televisión, y a mí me gusta probarme en diferentes ramas. Vivenne Westwood es una de las personas que más aprecio y le he modelado sus prendas en distintas ocasiones.

¿Cómo te ves en 10 años?

En este momento estoy recibiendo clases de actuación, haré un pequeño film con momentos claves en mi vida. Espero tener una academia de danza y crear un semillero de bailarines en Colombia.

 

Fuente: El Universal

 

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