Home MundoEuropa Independencia, nostalgia y crisis del estado del bienestar: las razones del ascenso de Vox en España

Independencia, nostalgia y crisis del estado del bienestar: las razones del ascenso de Vox en España

por Redacción BL
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Con las encuestas pronosticando la victoria del derechista Partido Popular, es más que probable un futuro gobierno nacional que incluya al partido de Santiago Abascal. Su crecimiento es el resultado de varios factores, y se remonta al impulso de la independencia catalana en 2017.

Atrás quedaron los días en que España era uno de los pocos oasis de Europa sin presencia de la extrema derecha en sus instituciones. Pero desde las elecciones generales de 2019, el partido Vox ocupa 52 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.

Con encuestas dando victoria del derechista Partido Popular (PP), un futuro gobierno nacional que incluye a Vox de Santiago Abascal, que se espera que obtenga alrededor del 13 por ciento de los votos, es más que probable.

«El Partido Popular ha conseguido, gracias a su pacto con Vox, hacer aceptable una fuerza que antes era absolutamente marginal y tenía una especie de cordón sanitario democrático a su alrededor», dice la politóloga Verónica Fumanal.

Su crecimiento es el resultado de varios factores. Para entender, tenemos que volver al impulso de independencia catalana en 2017. Al año siguiente, Vox, que se constituyó en 2013, comenzó a tener ganancias electorales.

“Todo el proceso independentista catalán se vivió en toda España como un choque emocional muy fuerte, y Vox cabalgó a lomos de esa emotividad, de esa reactividad”, dice Fumanal.

A esto se sumaba la del Partido Popular escándalos de corrupciónque derribó el gobierno de Mariano Rajoy mediante una moción de censuraque vio llegar al poder al Partido Socialista con el apoyo de la extrema izquierda y los partidos secesionistas.

“Esto obviamente lo capitalizó Vox porque es ahí donde encontramos a uno de sus mayores enemigos, lo que ellos consideran la antiespaña”, dice el historiador y autor de ‘Extrema Derecha 2.0’, Steven Forti.

Entre estos «enemigos», dice Forti, no solo se encuentran el nacionalismo y el independentismo, sino también «todo lo relacionado con la Agenda 2030 de Naciones Unidas, los derechos de las minorías y el feminismo», que Vox ataca habitualmente en sus discursos y programa electoral.

Pero hay otros elementos que los analistas ven clave en el ascenso de la extrema derecha en España. Fumanal se refiere a los cambios tecnológicos que están «provocando un nuevo clivaje, no sólo izquierda-derecha, no sólo nacionalista-no nacionalista sino también, por ejemplo, rural-urbano».

También se alimenta del miedo a lo desconocido, que «siempre tiene un movimiento nostálgico detrás», y la mala situación socioeconómica.

“El ascensor social ha sido puesto en cuarentena. Hoy en día, un joven que está mejor educado que sus padres no tiene garantizado vivir mejor que ellos. Este contrato social es lo que permite que las fuerzas populistas se involucren y conecten también con los jóvenes”, dice Fumanal.

Un discurso populista ‘blanqueado’

“Todo discurso exitoso tiene pequeñas conexiones con la realidad”, dice Fumanal. Dice que Vox utiliza errores como la «ley del único sí es sí» que permitía rebajar las penas a los delincuentes sexuales como «arma de guerra».

Puede hacerlo con total libertad, según el analista político, porque «el populismo no tiene limitaciones éticas, morales ni compromiso alguno con la verdad».

Esta comunicación política se realiza a través de «canales B2B que no se controlan, generando comunidades estancas que no se avergüenzan, comunidades que se retroalimentan y son cada vez más grandes porque no tiene el elemento de contrasteSu objetivo, en palabras de Fumanal, es “inocular, no informar”.

El proceso de arraigo de estos discursos extremistas en España ha sido paulatino y ha tenido que ver con el visto bueno de la derecha tradicional.

“Claro que Vox se ha blanqueado. No solo después de las elecciones en Andalucía”, argumenta Steven Forti.

Para el historiador, el punto de inflexión en la actitud del PP fue su presencia, junto a otro partido político, Ciudadanos, y Vox en una manifestación conjunta en la plaza Colón de Madrid contra el Gobierno del presidente del Gobierno socialista Pedro Sánchez.

«España nunca tuvo lo que se llama un cordón sanitario o cordón democrático frente a las fuerzas de extrema derecha», apunta Forti. Algo que se materializó tras las elecciones municipales y autonómicas de 28 de mayo de 2023 con pactos de gobierno entre PP y Vox.

El PP de Alberto Núñez Feijóo firmó pactos de gobernabilidad en coalición con Vox en 135 ayuntamientos de toda España que «compran en gran medida algunos puntos programáticos de Vox».

A la consideración de la extrema derecha y su ideología como algo «democráticamente aceptable», dice Fumanal, también han contribuido ciertos medios, «porque hay ciertos poderes que consideran que la derecha debe llegar al poder, y para que el Partido Popular lo haga necesita un trampolín, que es Vox».

La ola extremista europea

España es uno de los últimos países en sumarse a esta apuesta por la extrema derecha, que se ha visto tanto en Europa como en Estados Unidos, y que, según Steven Forti, responde al aumento de las desigualdades socioeconómicas, la llamada «reacción cultural» a los cambios sociales o la inmigración, y la crisis de las democracias liberales. Los ‘cortafuegos’ contra los discursos extremistas se han derrumbado en las últimas décadas, y la desafección a la democracia ha ayudado a que se arraigue una que explota el miedo.

De cara a las elecciones europeas de junio de 2024, la UE teme el efecto que pueda tener en España un gobierno de coalición del Partido Popular con Vox. Además de reforzar la ola ultraconservadora que se vive en Europa desde las elecciones en Italia, Suecia, Finlandia y Grecia, Forti dice que esto abriría la puerta a la «posibilidad de una futura alianza tras las próximas elecciones europeas entre el Partido Popular Europeo y los conservadores y reformistas europeos».

“Todos los ultraderechistas se han reposicionado, por lo que no hablan de Brexit, Frexit o Italexit. Sin embargo, ninguno está a favor de una mayor integración europea”, dice Forti. Vox, como el partido del primer ministro italiano Giorgia Meloni (Fratelli d’Italia), aboga por el freno a la integración europea y la recuperación de la soberanía nacional.

Pero, ¿cuánto puede seguir creciendo esta ola extremista? Fumanal cree que cuando estos partidos llegan al poder, no se enfocan en temas que afectan a los ciudadanos.

«Es una guerra de identidad, no ideológica», dice. “Por lo tanto, cuando han gobernado, no son reelegidos. Trump no fue reelegido, Bolsonaro tampoco, y veremos si Meloni es reelegido. Solo en países donde estas creencias están realmente arraigadas en la sociedad, como Polonia y Hungría, persisten gobiernos como este”.

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