El descenso de la inflación les permitió a los de la región y el mundo rebajar sus tasas de interés también a mínimos históricos, con el fin de dinamizar la economía afectada por la covid-19.
Aunque la tendencia a la baja (en la inflación) viene desde 2016, la caída de los precios fue mucho más pronunciada durante la pandemia, con un promedio regional del 2,7% en septiembre (comparado con el mismo mes del año pasado) y excluyendo Venezuela y Argentina por sus problemas de inflación crónica (hiperinflación incluso en el caso venezolano).
Tan devastadores que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región en 2020 llegaría a una histórica contracción no vista en décadas (que puede estar en el rango del 6,9% al 7,7%, según las últimas estimaciones del Banco Mundial y de la Cepal).
Hasta ahora, los bancos centrales de la región han venido recortando tasas de interés a niveles históricamente bajos y han inyectado liquidez en las economías para apoyar la recuperación de la demanda e impulsar una reactivación económica.