Los datos de inflación del mes de agosto sorprendieron a todo el mercado, pues la cifra anual, que llegó a 10,84%, la más alta desde abril de 1999, se ubicó 54 puntos básicos por encima del promedio de los analistas, que pronosticaban un 10,30% en la variación anual del dice de precios del consumidor (IPC).
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Con estos datos que oficializó esta semana el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) para algunos de los principales analistas el pico de la inflación llegaría en el cuarto trimestre, y la desaceleración se dará en 2023.
“La inflación ha venido sorprendiendo al alza de manera contundente. A pesar de que en otros economías como Estados Unidos el indicador ya comenzó a ceder, en Colombia en el indicador todavía vemos presiones importantes en varios sectores”, aseguró Carolina Monzón, gerente de Investigaciones Económicas de Itaú Colombia.
La economista aseguró que, en esta oportunidad, las ‘sorpresas al alza’ se vieron no solo en el rubro de alimentos, sino también en el sector de servicios públicos y en el componente de diversión. “En general es una inflación que viene subiendo en la mayoría de sus rubros y creo que de ahí deriva el mayor componente alcista”, indicó.
Según Monzón, el pico de inflación se vería en el cuarto trimestre, y el margen de 11%, al cual ya se acerca la cifra actual, sería “fácilmente superable” en los próximos meses.
Andrés Pardo Amézquita, director de estrategia macroeconómica para América Latina de XP Investment, destacó también como las presiones más importantes y que más sorprendieron (en magnitud) en agosto fueron alimentos y servicios públicos.
Por el lado de los alimentos, el economista mencionó los efectos de condiciones climáticas adversas que se prolongaron más de lo usual, mientras que en el caso de los servicios, reconoció que el aumento tarifario fue mucho mayor del que estimaba, especialmente en electricidad.
Además, aseguró Pardo, otro factor que ha jugado en contra es la debilidad del peso. “Este último factor también influyó con más fuerza en algunos componentes transables como aquellos productos para el cuidado personal y del hogar, e incluso en los precios de vehículos nuevos. De todas formas, los efectos de problemas de suministros globales siguen siendo importantes, pero calcular su magnitud es muy complejo”.
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Según el economista, el pico podría llegar hacia el cuarto trimestre, en niveles cercanos a 11,5% o 12%. “Mi pronóstico de inflación actual está en 11% para diciembre 2022, mientras que el último que publicó el Banco de la República es 9,7%”, dijo.
Desde BBVA Research, también se mencionó como la inflación sigue siendo afectada por factores que se salen de la normalidad, como efectos de costos en materia de producción agropecuaria y la agroindustria, por problemas de oferta o altos costos en elementos importados como los vehículos y los elementos de aseo.
Inflación
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“Dada su anormalidad, medir y anticipar su persistencia ha sido particularmente difícil, a lo que se adiciona, el hecho de que la economía continúa con un retorno paulatino a la normalidad, lo que imprime aún incertidumbre sobre el comportamiento de algunos grupos de productos dentro de la canasta”, dijo al respecto Laura Peña, economista de BBVA Research para Colombia.
Al igual que Monzón y Pardo, Peña sostuvo que el pico de la inflación se espera para el cuarto trimestre de este año, “cuando un alivio en las presiones de la inflación de alimentos permita desacelerar el ritmo de la inflación anual”.
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Según la economista, la inflación podría empezar a descender en el primer trimestre de 2023, y el descenso se consolidaría hacia el tercer trimestre del próximo año, cuando una menor dinámica de la economía facilitaría la corrección de precios ante menores presiones de la demanda.
Con el fin de mitigar el alza en la inflación, el Banco de la República emprendió en septiembre del año pasado una política monetaria contractiva, con tasas al alza que ya están en 9%. Y para los expertos, la escalada de la inflación podría traer otra subida de tasas.
Desde Itaú, Monzón aseguró que, de cara a 2023 se espera algo de margen de corrección para la inflación, y que desde el banco se espera que “una política monetaria que a lo largo del año se ha venido ajustando de forma importante al alza, ya empiece a moderar la variación de los precios de cara al próximo año”.
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Sin embargo, según la economista, esto vendría acompañado de una moderación en la actividad económica, por lo que desde Itaú se espera que el PIB crezca solamente 1,2% el próximo año.
Frente a las decisiones del Emisor, Pardo dijo también que cree que el Banco de la República subirá su tasa de interés en 125 puntos básicos (pbs), o 1,25 puntos porcentuales, este mes, y que no descarta que sea de incluso 150 puntos básicos. “Y en octubre vendrá un nuevo ajuste, pero de una menor magnitud, entre 50 pbs y 75 pbs”.
Laura Lucía Becerra Elejalde