El aumento de los precios volvió a sorprender al alza, pues el sábado el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) entregó el reporte de inflación para febrero, y según la entidad, en el segundo mes del año se dio una variación en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de 1,63%, lo que llevó a la inflación anual a un nivel de 8,01%.
(Inflación anual en Colombia se ubicó por encima del 8%).
Este es el dato anual más alto que se registra en un febrero en 20 años, pues en febrero de 2002 estuvo en 8,06%, y el pico más alto desde agosto de 2016, cuando la inflación llegó a 8,1%.
Según la entidad, entre los rubros que tuvieron un mayor peso en la inflación del mes están alimentos, con un aumento de 3,26% y una contribución de 0,59 puntos porcentuales (pps) a la variación de 1,63% del mes; seguido por alojamiento, agua, electricidad y gas, con un peso de 0,23 pps, y un crecimiento de 0,71%.
(Estas son las ciudades de Colombia con mayor inflación anual).
El renglón con el mayor incremento en precios en febrero, por otro lado, fue la educación (4,48%), que a su vez estuvo entre los sectores que más impulsó el dato de febrero, con una contribución de 0,18 pps. Esto porque en febrero, según el Dane, se hizo la recolección de información para la educación de calendario A, así como de las matrículas de educación superior, y otros elementos escolares.
De este modo, la inflación anual para algunas de las principales categorías llegó a 23,3% en el caso de los alimentos, de 12,41% en restaurantes y hoteles; de 8,86% en bienes para la conservación del hogar y de 7,44% para el transporte.
Según el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, el dato de febrero fue “prácticamente el doble que la que se observa tradicionalmente en febrero de los últimos seis años, que es de 0,81%”.
Entre los factores que generaron este incremento, el director del Dane destacó que el aumento de los alimentos se ubicó por encima de las expectativas, sumado a la transmisión de las indexaciones en algunos bienes y servicios. “Desde octubre vemos cada vez una inflación más empinada en la variación anual”, sostuvo Oviedo.
(Si los precios están subiendo, ¿cómo rendir gastos de canasta básica?).
INCERTIDUMBRE GLOBAL
El mercado internacional, y también el local, tienen los ojos puestos en el conflicto entre Rusia y Ucrania, y la tensión que la guerra está transmitiendo al precio de los commodities, y su eventual desarrollo, podría tener un impacto en la inflación a mediano plazo.
A pesar de ello, Esteban Tamayo, economista principal de Citi para Colombia, Perú, Centroamérica y Caribe, mencionó como en la entidad se espera que la inflación total anual “llegue a su pico con este dato de febrero”, y que desde ahí empiece un leve descenso en los meses que vienen.
“Hacia adelante esperaríamos que la inflación se ubique por encima de 6% hasta mitad de año y después baje algo más. Cabe resaltar que los eventos globales actuales presentan riesgos al alza, por lo que el ajuste que esperamos podría ser más demorado ante este nuevo choque”, dijo.
Juan David Ballén, director de Análisis y Estrategia de la comisionista Casa de Bolsa, reiteró también como “el precio del petróleo sigue subiendo, y más desde que inició el conflicto entre Ucrania y Rusia, y eso se va transmitiendo poco a poco a los precios de los combustibles”.
Con esta alerta coincidió Camilo Pérez, jefe de investigaciones económicas de Banco de Bogotá, quien aseguró que los precios internacionales han estado presionados al alza “no solo en el caso de petróleo por la estrechez de oferta que hay en el mundo, sino también por el conflicto de Rusia y Ucrania, que exacerba aún más los precios en energéticos y en materias primas”.
Pérez sostuvo que en el corto plazo se espera que la inflación se mantenga elevada, pero que, para el final del segundo trimestre, y sobretodo en la segunda mitad del año se podría ver una reducción, “si la situación de Ucrania mejora un poco, y los precios del petróleo se estabilizan. La proyección del banco está en 5,5% para el cierre de año.
Expectativas y tasas.
Los niveles de inflación que está experimentando el país podrían ir calando también en las expectativas de inflación a mediano plazo, y allí el rol del Emisor y sus decisiones de política monetaria resultan claves.
Ballén comentó también que “las expectativas de inflación a largo plazo venían elevándose, y eso es lo que ha influido en que el Banco de la República comience su ciclo se subidas de tasas de interés”. Según el economista, como el último incremento fue de 100 puntos básicos, ahora el mercado espera que el Emisor sea más agresivo en los próximos meses, “y eso ayudará a que las expectativas de largo plazo se comiencen a moderar”.
Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research en Colombia, dijo también que la aceleración de la inflación desde finales de 2021 y lo que se anticipa para este primer trimestre de 2022 “elevan el riesgo de observar una transmisión más generalizada a las expectativas inflacionarias y que estas terminen despertando ciclos de fijación de precios por encima de las metas del Emisor”.
Finalmente, Sergio Olarte, economista principal Scotiabank Colpatria, indicó que “cada sorpresa que se tiene en materia de inflación afecta las expectativas de mediano plazo. Ya se puede ver como por ejemplo en la encuesta del Banco de la República la inflación esperada para finalizar el año 2023 está subiendo a niveles de 3.6 %, demostrando que ya se está tocando el techo del rango meta del Banco Central”.
LAURA LUCÍA BECERRA ELEJALDE
PORTAFOLIO