Inflación: sustituir importaciones y más medidas del Minagricultura para frenarla | Finanzas | Economía

Tras la fuerte alza de la inflación en los alimentos en 2022 (27,81%), la mayor cifra desde 1998, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural ya está definiendo medidas para mitigar el impacto en los consumidores.

Cecilia López Montaño, jefe de esta cartera, aseguró en entrevista con Portafolio que la sustitución de la importación de materias primas como maíz, soya, trigo y sorgo, es la alternativa clara para bajar los precios de los alimentos, entre otras acciones.

(Vea: Así sería el consumo de los hogares para este 2023 con inflación alta). 

¿Cómo están enfrentando al efecto inflacionario de los alimentos?

El Ministerio de Agricultura ha hecho un análisis muy profundo de la inflación porque tener el 27,81% en alimentos es responsabilidad que le cae a la cartera.

Empezamos a analizar cuáles son los productos que más crecieron y cuáles se dispararon. Están claramente identificados, que son carne de res y derivados, arroz, leche, huevo, carne de ave, frutas frescas, pan y plátano.

En el caso de la carne sabemos lo que está pasando con las exportaciones de ganado que llevaron un proceso de especulación porque no se han controlado. Ahí estamos actuando.

Va a salir una resolución donde les toca cumplir lo que les aumenta los costos: el ganado tiene que estar un tiempo bajo control y no se puede transportar como les parece. No pueden transportar ganado joven, que es lo que hacen, lo cual afecta la producción de leche porque se están sacrificando vacas y eso ha disparado el precio.

¿Y en otros productos?

En el caso del arroz, viene de un ciclo de precios muy bajos y lo normal es que después se dé uno de precios muy altos. Es lo que está pasando ahora. Todo esto tiene que ver con las exportaciones, la tasa de cambio, el crecimiento de los precios, etcétera.

(Vea: Foro Económico de Davos: posibilidades de una recesión global en 2023).

¿Qué cosas lo explican?

El Banco Mundial presentó un mapa que muestra los países que tienen un crecimiento en la inflación de alimentos, y cuando miramos la convención de “muy alto”, somos los más rojos.

Nos dimos cuenta de que en el 2022 el área sembrada para producción de alimentos se mantuvo y sí hubo un efecto de la ola invernal, pero muy pequeño. El grueso fue en café, que perdió casi el 11% de producción.

Pero el resto fueron especialmente en frutas y perecederos. Uno no puede atribuirle a la producción nacional la disparada de alimentos. No hubo una caída, acá hay abastecimiento de alimentos en general.

El segundo punto es que el 84% de lo que se consume en Colombia, de los 36,8 millones de toneladas, es producción nacional, pero de ese total 15,9 millones son importaciones.
En la producción nacional el grueso es de pequeños campesinos, pero resulta que en los pequeños campesinos no usan insumos y el Ministerio tiene la prueba. Nos hemos sacado un ojo tratando de repartir el subsidio para la pequeña producción de alimentos porque no lo demandan.

Están acostumbrados a estar por fuera de la política pública y eso es una cosa muy perversa, pero es una realidad.

La ministra de Agricultura, Cecilia López.

Cortesía

¿Qué ocurrió entonces?

Lo que realmente pasó es que las materias primas de los principales productos de la canasta familiar son importadas. Solamente las materias primas importadas son el 10,5 puntos porcentuales del 27% de la inflación. Y los insumos que afectan básicamente son arroz y papas, porque los otros no usan, y esos son 3,5 puntos porcentuales.

Se tienen 14 puntos porcentuales del 27%. Eso lo explica. El error que cometimos fue dejar que las materias primas fundamentales de los productos más importantes de la canasta fueran importadas.

Estamos hablando de maíz, soya, trigo, sorgo y fertilizantes.
Si nosotros no sustituimos importaciones o producimos insumos, no controlamos la inflación. El análisis nos ayuda a saber cuáles son las políticas públicas que tenemos que llevar a cabo. Si en este momento forzamos a bajar el precio de los alimentos, por acuerdo porque no sería por control, dañamos las siembras.

Esta conclusión es muy importante porque casi el 55% de la inflación obedece a las materias primas de los productos más importantes de la canasta familiar y los estamos importando. Llegar a un desabastecimiento en este momento, no es tan fácil.

¿Las exportaciones de carne generan presión inflacionaria?

Lo que exportamos no afecta para nada nuestro consumo. Se está generando una presión inflacionaria no por la carne, sino que lo que se exporta es muy pequeño. Lo que sucede es que la exportación de carne en pie, no se ha regulado, no paga degüello y no cumple con las normas que le harían costosa.

Como no tiene costos, lo que han hecho los exportadores es subir el precio del ganado. Estamos trabajando en resoluciones entre el ICA en conjunto con otros ministerios. Ya está lista para salir. No es del precio, si no de todo el fenómeno especulativo por falta de control. Por eso el Ministerio está encima.

(Vea: ¿Cómo enfrentar alza de tasas y expandir créditos? Bancamía lo explica).

¿Cuándo salen y que buscan controlar?

La resolución se publicó para comentarios el 2 de enero. Ya está lista para salir. Ataca el frenar la exportación en ganado joven y aumentar los costos de exportación, para que no especulen con el precio en el mercado.

Es ahí donde se genera eso y el impacto sobre la leche es no solamente porque los concentrados han subido, sino porque están llenos de importaciones de maíz. Nosotros podríamos producir y sustituir al maíz por arroz o harina de yuca. No ha habido forma, ahí tenemos el costo, eso ha incidido en unos precios de alimentos muy altos.

¿Podremos producir fertilizantes?

Aquí hay que tomar es la decisión y eso fue un error de toda América Latina, dejamos que se volviera una especie de oligopolio en cierto sentido. Estamos negociando un crédito con el Banco Mundial de US$50 millones para generar una oferta de bioinsumos. Se hará a través del Ministerio y la idea es fortalecer la producción que ya hay, que es muy chiquita, para tocar el tema de oferta otra vez. Aquí hay una producción muy pequeña y está todo el debate de la compra de Monómeros.

¿Esa es la intención?

Estamos en esa negociación, tenemos que ver qué es lo que Venezuela realmente nos ofrece. Estamos esperando definir qué quieren ellos con Monómeros y ver si nos conviene. Pero aumentar la oferta de insumos es una prioridad.

(Vea: Reina la incertidumbre en A. Latina tras cifras de inflación de 2022).

¿Cómo se abordarán los temas de semillas, acceso a tierra y mecanización ?

Todo esto va en un paquete muy grande que es volver esto una potencia agroalimentaria. El país está comprometido en una transformación energética, esa transformación es imposible si no hay una productiva. Si no generamos producción en otros sectores distintos al petróleo y al carbón no hay forma de hacer una transición energética y es dónde está la esencia de la transformación productiva.

El sector agropecuario puede dinamizar sectores que necesitamos urgentemente y que generan divisas, como el agroindustrial, donde también hay un potencial de exportación.
Sobre mecanización, hay una idea que yo quisiera mirar y es que en cada pueblo, hay alguien que presta maquinaria y nadie lo controla. ¿Por qué no hacer un Uber de maquinaria? Ellos controlan las máquinas y los precios del servicio. Eso es lo que yo quiero ensayar.

El tema de semillas lo queremos fortalecer y estamos trabajando en eso. Nos falta investigación sobre semillas nativas, pero no podemos descuidar las otras.
Este es un proceso de transición de una agricultura que fue intensiva en químicos y movernos hacia una agricultura sostenible.

Porque si no nos pasan el precio, nos descuentan en las ofertas que hagamos sobre todo en Europa. Vamos a hacer llamados en el sentido de que los productores cambien su sistema de producción para poder exportar.

Los mercados están exigiendo ese tipo de productos con la trazabilidad y donde no vean que hay avances en reducción de uso de insumos químicos y en reducción de deforestación, nos paran los productos.

¿Por dónde comenzar para tener impacto?

Para volver esto una potencia alimentaria tenemos que hacer el punto uno del Acuerdo de La Habana, el desarrollo rural integral y de ahí la reforma agraria.

Eso ya arrancó y estamos recibiendo ofertas de tierras de los ganaderos y de otros sectores. Estamos titulando tierra, que tiene una importancia muy grande. El país ha subestimado lo que estamos haciendo en titulación, en cuatro meses titulamos casi un millón de hectáreas. Eso es volver productiva a una cantidad de gente que no tenía acceso ni al crédito, ni a la asistencia, ni a nada.

Vamos a empezar a tomar decisiones fuertes para dar ese tránsito de que se dejen de usar químicos y que nos movamos hacia los bioinsumos, porque tenemos que hacer una agricultura sostenible, si no nos cierran el comercio, sobre todo en Europa. En este momento estamos trabajando en la sustitución de importaciones de maíz. Pero esta materia no puede quedar en manos de los grandes productores que son los que producen maíz amarillo y dejaron a los campesinos produciendo maíz blanco, que es el de la arepa.

Estamos identificando el área donde va a haber productores medianos y pequeños produciendo maíz amarillo. En este periodo tenemos que por lo menos ampliar unas 400.000 hectáreas, necesitamos un millón y tenemos 100.000.
Con tres años de La Niña, y previendo que se viene uno del fenómeno de El Niño, ¿qué harán?

Eso es un tema al que todavía tenemos que buscar cómo minimizar los costos. Esto es una cultura de transición y la obligación nuestra es de adaptación. Nosotros no tenemos un impacto sobre el cambio climático importante, pero el efecto que recibimos es muy grande.

Una de las cosas que hemos hecho en la reforma agraria son las zonas de reserva campesina, hemos aprobado cuatro. Esto es una forma de incentivar la producción campesina muy significativa. Cerca del derrumbe del Cauca está una de las que aprobamos.

¿En qué está el Observatorio de Libertad Vigilada de los insumos?

Estuvo funcionando hasta diciembre y hay que regularlo otra vez porque no está vigente. Es vital porque tenemos que controlar los insumos. En todo lo de reforma agraria tenemos el apoyo del BID para asegurarnos que las mujeres sean propietarias. Es una estrategia clara como en búsqueda de la autonomía económica de la mujer rural.

¿Cómo se van a distribuir los $4 billones que se le entregaron al agro?

Esos $4 billones nos permiten fortalecer mucho las instituciones ejecutoras. Este es un cambio muy profundo, para que el Ministerio deje de ser ejecutor. Estamos haciendo una distribución de recursos distinta, el ministerio es hacedor de política, pero ejecutan las agencias.

(Vea: Alza en salarios e inflación, los retos del turismo en 2023).

Tenemos casi 15 instituciones y estamos fortaleciendo las que son claves como la Unidad de Restitución de Tierras. Hay un tema gordo de reforma y una vez que se restituya vamos a hacer una reunión con los jueces, con el sector judicial, para que nos ayude a agilizar.

La otra plata va para la Agencia de Desarrollo Rural y otra para la Aunap. Estamos en un momento muy difícil reestructurando esta institución porque está muy mal. Para el ICA, que es crítico, abrimos un concurso con la Universidad Nacional, así que todos los políticos que me presionan, tienen que entraren el concurso a ver qué pasa.

El grueso de la plata va a tierras, por eso quiero saber cuántas puedo comprar, cuánto valen los proyectos productivos, para ver cuánto me da la cooperación técnica y cuánto le pido a Hacienda en la adición presupuestal.

¿En qué va la compra de tierras?

De acuerdo con lo dicho por la ministra de Agricultura, Cecilia López, actualmente en materia de compra de tierras cuentan con un total de 1,7 millones de hectáreas.
De los ganaderos son 275.000 hectáreas, pero en la región Caribe y en el Magdalena Medio, lugares en donde la cartera quiere realizar las compras, son solo 58.000 hectáreas.

Toda esa tierra ya está en revisión, primero tenemos que estar seguros que no fue tierra de los ‘paras’, que no son baldíos y que su adquisición fue transparente. Después tenemos que ver si son productivas para definir los precios”, explicó la ministra.

Igualmente, la funcionaria manifestó que, para finales de enero, se necesita tener una cifra de cuánta tierra se puede comprar, para pedir la adición presupuestal.

DIANA K. RODRÍGUEZ T. Y ÓMAR G. AHUMADA ROJAS
PERIODISTA PORTAFOLIO Y EDITOR GENERAL DE POTAFOLIO

Fuente de la Noticia

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