A pesar de las complicaciones de la pandemia, la siderúrgica Ternium cumplió con la meta que se trazó hace unos meses y esta semana su nueva planta, ubicada en el municipio de Palmar de Varela (Atlántico), inició su fase de pruebas para seguir con la producción de acero.
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“El lunes sacamos nuestra primera varilla e incluso ya salieron unas que cumplen la norma de sismo resistencia, por lo cual incluso se podrían comercializar una vez terminemos la certificación con el Icontec, que deberíamos comenzar la próxima semana. Todavía viene un periodo de finalización de pruebas en el que se van haciendo ajustes, dimos el primer paso, pues en la fase de pruebas va saliendo material que es comercializable”, indicó Sebastián Castro, presidente Ejecutivo de Ternium en Colombia.
La compañía produce anualmente 220.000 toneladas de acero al año, entre varillas y perfiles, en la planta que tiene en Manizales, a las cuales se sumará la capacidad de producción anual de medio millón de toneladas de acero (500.000 toneladas) de la nueva planta de Palmar de Varela, en la que se invirtieron más de $270.000 millones.
Dado que al año en el mercado de varillas colombiano se estima en un consumo de 1,5 millones de toneladas, de las cuales un tercio se importa, se podrían sustituir las compras de acero a otros países.
“Esta planta tiene la capacidad de sustituir 100% de las importaciones de varillas que están llegando al país. Si bien China es una amenaza en el tema del acero en general, ha estado enfocada más en productos planos, en el caso de las varillas nuestra mayor amenaza es Turquía, y hemos tenido también dificultades con México y Brasil, que son los principales exportadores a este país”, mencionó Castro.
El presidente de la compañía aseguró también que los planes de la empresa apuntan a que al final de este año ya puedan liberar buena parte de la producción en el mercado. “Incluso este mismo mes podríamos estar enviando algo”, dijo Castro, quien confirmó también que para comienzos del año que viene iniciarán también con otro nuevo producto, varillas en rollo.
“Esta es una planta que está en la costa, es extremadamente eficiente y debería tener menores precios de producción, también estaremos atentos a las opciones de exportaciones, pero la columna vertebral es la sustitución de las importaciones que ya existen en Colombia”, subrayó.
Cuando la nueva planta esté operando en su capacidad completa generará alrededor de 300 empleos directos y 2.000 indirectos.
EL IMPACTO DEL COVID
Al igual que muchas industrias y empresas, Ternium no fue ajeno al choque que trajo consigo la pandemia de la covid-19. Entre marzo y mayo la compañía sintió una desaceleración en sus procesos, pero su presidente aseguró que ya se normalizó la situación y que están manejando un margen de operación similar a los de finales de 2019.
“La pandemia tuvo un impacto muy fuerte, pero vimos en octubre despachos normales de un nivel prepandemia. El mercado de la construcción, en nuestra forma de ver con el consumo actual, ya se recuperó por completo. Fue una grata sorpresa la redinamización rápida que se dio”, señaló Castro.
Aunque en septiembre, según el directivo de Ternium, había algo de escasez en el mercado de la chatarra, pues depende de factores como la industria, que son los generadores de este insumo, fundamental en los procesos de las siderúrgicas, en octubre se retomaron los niveles de oferta normales.
En Colombia, Ternium recicla cada año más de 200.000 toneladas de chatarra y convierte 30.000 toneladas de desechos en co-productos, los cuales son utilizados como materia prima en otros procesos industriales a cargo de la compañía.
“Esta pandemia nos ha enseñado a varios países a defender la industria local, a abastecernos más en el mercado interno y no depender tanto de las importaciones. Existen mercados que con los años han crecido enviando exportaciones, hay que estar atentos, porque obviamente intentarán volver a atacar, como es el caso de China o Turquía”, reiteró Castro.