En declaraciones a los periodistas en el Palacio de las Naciones en Ginebra, Shabia Mantoo, portavoz de la agencia de refugiados de la ONU (ACNUR), dijo a los periodistas que muchas de las peligrosas travesías en el Mar Caribe se realizan en embarcaciones sobrecargadas e innavegables
La Sra. Mantoo citó un ejemplo reciente de un barco que transportaba a más de 800 haitianos, con destino a los Estados Unidos, que llegó a Cuba después de ser abandonado por su capitán y abandonado a la deriva en el mar.
Muchos de los que recurren a cruces marítimos peligrosos huyen de la inestabilidad política y la inseguridad socioeconómica de la región, que ha ejercido una gran presión sobre las comunidades de todo el Caribe.
Haití está siendo sacudido por actividades violentas relacionadas con pandillas, desplazamientos internos, desastres naturales y falta de oportunidades de empleo. En condiciones humanitarias y de seguridad tan terribles, las perspectivas para las personas rechazadas u obligadas a regresar al país son malas.
Los refugiados en la región del Caribe no son únicamente haitianos, pero hay señales claras de que más migrantes y solicitantes de asilo están huyendo de la atribulada nación insular.
A partir de mayo, la Guardia Costera de EE. UU. informó de casi 3900 interceptaciones de ciudadanos haitianos, más del doble de la cifra informada hace un año. Además, al menos 175 haitianos han sido reportados a la Guardia Costera como desaparecidos o fallecidos.
Los países deben ‘cumplir con las obligaciones internacionales’
La Sra. Mantoo dijo que ACNUR está instando a los gobiernos de la región a cumplir con sus obligaciones de rescate marítimo y garantizar que todas las personas que necesitan protección internacional sean identificadas y se les ofrezca un acceso rápido y sin obstáculos a procedimientos de asilo justos.
“La búsqueda y salvamento en el mar es un imperativo jurídico y humanitario, y los rescatados incluyen refugiados y otras personas que necesitan protección”, explicó la Sra. Mantoo. “La coordinación, la solidaridad y la responsabilidad compartida son cruciales para responder con eficacia y garantizar que las personas que necesitan protección internacional no sean devueltas a su país de origen y a los peligros de los que han huido”.
El portavoz continuó señalando que los países que reciben refugiados y migrantes tienen la primera línea de responsabilidad en la protección de aquellos que pueden tener temores fundados de persecución en su país de origen.
“Es vital garantizar que los arreglos para el desembarco de los rescatados no resulten en una devolución sumaria, y que tengan acceso a procedimientos para que se evalúen sus reclamos antes de ser expulsados o deportados”, dijo la Sra. Mantoo a los periodistas.
En respuesta al creciente número de personas que arriesgan sus vidas en peligrosos cruces marítimos, ACNUR está trabajando con los gobiernos de la región para apoyar la respuesta y la recepción de los recién llegados en sus fronteras, fortalecer los sistemas de asilo, garantizar la protección de los refugiados de manera justa y eficiente, y apoyar el derecho internacional de los derechos humanos y los refugiados, respetando al mismo tiempo las preocupaciones de seguridad nacional y la soberanía estatal.