Redacción
La Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, en alianza con otras instituciones del país, y de un grupo de empresarios, creó el Instituto de Liderazgo Público en Colombia (ILP), con el objetivo de apoyar procesos de transformación en la sociedad.
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Este viernes se hizo el lanzamiento virtual del ILP, en el que participaron Gustavo Mutis, presidente del Centro de Liderazgo y Gestión; Dolly Montoya, rectora de la Universidad Nacional; Ronald Heifetz, fundador y director del Centro para el Liderazgo Público de la Universidad de Harvard; y Jaime Franky, profesor de la Universidad Nacional.
Según informó la rectora, este Instituto se creó para tener un espacio de diálogo y entendimiento en el que se puedan pensar y repensar los principales problemas del país con una mirada hacia los territorios para entender qué está pasando frente a las decisiones colectivas que se deben tomar en cuanto a la economía, el medio ambiente, la tecnología y demás cuestiones que competen a una sociedad. En este sentido, la visión de la rectora es que a través del Instituto se genere una nueva mirada hacia un proyecto de nación desde lo colectivo.
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Montoya hizo énfasis en que es necesario un cambio en los liderazgos, considera que es momento de que las comunidades se responsabilicen con los problemas del país para que entre la sociedad, civil, las comunidades y las instituciones se lideren proyectos de transformación efectivos con contenidos académicos y experiencias pedagógicas que tengan como eje central el conocimiento de los territorios.
“La Universidad siente una responsabilidad enorme con el país porque tenemos vocación de trascendencia en los territorios, siempre nos hemos sentido responsables de hacer propuestas de política pública, de ir a las comunidades a aprender de ellas y hacer procesos de creación en conjunto, para poder construir un nuevo paradigma de nación que nos diga que todos cabemos, que pueda ser más equitativo, que podemos tener paz y que no estemos mirando la individualidad por encima de los intereses de las comunidades, que podamos desarrollar el potencial de las comunidades y construir entre todos”, afirmó Montoya.
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Por otro lado, el profesor Jaime Franky aseguró que el Instituto funcionará dos grandes miradas, que describe como nuevas realidades.
La primera, es el proceso del posacuerdo, analizando los desafíos que enfrenta un país que busca la construcción de paz; esto comprende nuevas formas de relacionarnos y de construir país colectivamente, desde los territorios:
“La paz debe llegar a los territorios, creo que esa nueva realidad exige unas nuevas formas de liderazgo que hagan converger a las comunidades y a los distintos actores sociales para gestionar sus propio destino”, afirmó Franky.
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Por otro lado, el profesor habla de una realidad de cara a la cuarta revolución industrial, que también generará nuevas formas de relacionamiento en todos los ámbitos de la vida social y productiva.
Por ello, el Instituto buscará construir liderazgos comunales, para que quienes las habitan se apropien de sus territorios y afronten encuentren maneras de afrontar los desafíos, para crecer en comunidad.
En ese sentido, los profesores explican que lo que buscan con el Instituto es que haya comunidades que se apropien de los territorios y que estén informadas, que se pueda generar conocimiento para, así mismo, producir propuestas y proyectos que generen impactos colectivos.
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Para lograr estos objetivos, la apuesta de la Universidad es realizar una investigación con la que se puedan recoger las experiencias significativas del liderazgo y tener una mirada amplia de lo que sucede en los territorios y cómo se puede avanzar en ellos.
“Queremos llegar más allá del centralismo tradicional, no podemos construir la paz desde Bogotá, hay que construirla en el sitio donde realmente los problemas se presentaron de forma más crítica”, aseguró el profesor Franky.
Finalmente, la rectora resaltó el interés que ha tenido la Universidad Nacional por hacer presencia en los territorios, por llegar a las comunidades y contribuir en su desarrollo, para ella, la solidaridad es fundamental en el proceso de construcción colectiva: “tenemos que seguir trabajando más fuerte, con generosidad, porque hay peligro del individualismo y de poner la tecnología por encima de los derechos de los ciudadanos (…) La paz empieza por nosotros, el desarrollo del país nos debe llamar para saber qué podemos hacer para que podamos concluir y tener un trabajo y un liderazgo colectivo, cómo hacemos una Colombia diversa, desarrollada, equitativa y respetando el medio ambiente”.
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