En entrevista con Portafolio, Sebastián Castañeda, vicepresidente (e) de Vías ISA, detalló los retos en la región en materia de infraestructura y la importancia de mantener el modelo de Alianza Público Privada en el país.
Aseguró que tienen en el radar tres proyectos 5G que alista el Gobierno. En Chile están próximos a entregar una nueva construcción.
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¿En qué proyectos está trabajando ISA en el negocio de vías en la región?
En Chile tenemos tres concesiones en operación que suman 553 kilómetros, una más de 136 kilómetros finalizando su etapa constructiva y a punto de iniciar operación; y un nuevo proyecto de 25 kilómetros que fue recientemente adjudicado.
En Colombia tenemos una concesión en operación de 146 kilómetros, que es la Concesión Costera Cartagena – Barranquilla y circunvalar de La Prosperidad, y en Panamá iniciamos la ejecución del proyecto “Carretera Panamericana Este (CPE)”, de 246 kilómetros, que ganamos en enero de este año y corresponde al primer proyecto adjudicado en el marco de su nueva Ley de Asociaciones Público-Privadas. Es el primer proyecto ganado por ISA en este país.
Actualmente, el proyecto de Panamá se encuentra en la etapa de preconstrucción, donde se realizarán, entre otras actividades, el desarrollo de estudios y diseños, obtención de la licencia ambiental y ejecución de las primeras actividades de operación y mantenimiento.
Es decir que tienen una próxima entrega en Chile…
Estamos próximos a iniciar la etapa de explotación del proyecto Ruta del Loa, una vía clave para dinamizar la economía de Chile. Además, se trata del primer proyecto ganado por ISA en licitación pública en este país en el que es responsable de su construcción, así como de su operación y mantenimiento. Comprende una carretera de 111 kilómetros de doble vía, con alta tecnología, inmersa en una zona de gran dinamismo minero y de energías renovables, y que es parte del corredor que une las ciudades de Antofagasta y Calama, en el norte del país.
¿Y en Colombia están atentos a alguno?
En el caso de Colombia, estamos atentos a las licitaciones de los proyectos viales anunciados por el Gobierno, es decir, Villeta – Guaduas (tramo que falta por concesionar de Ruta del Sol), de 82 kilómetros e inversión estimada de US$721 millones; Pasto (Estanquillo) – Popayán, de 101 kilómetros e inversión estimada de US$ 1.286 millones y Bogotá – Facatativá – Los Alpes, de 38 kilómetros e inversión estimada de US$50 millones.
Asimismo, continuamos con la exploración de proyectos de Iniciativa Privada y atentos a oportunidades en el mercado secundario en Colombia.
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Sebastián Castañeda, vicepresidente (e) de Vías ISA
ISA Vías
¿Qué opina sobre la incertidumbre sobre las vigencias futuras y la subida de los peajes?
A través de esta financiación se garantiza la calidad y seguridad de las carreteras para los usuarios, promoviendo una movilidad más eficiente y sostenible y, al mismo tiempo, se aporta al desarrollo y progreso de los territorios y la mejora de la calidad de vida.
La recién posesionada Ministra de Transporte ha señalado que el incremento de los peajes responderá a un plan estratégico y gradual que no tenga consecuencias negativas en lo económico y en lo social. Por otro lado, estamos a la espera de la socialización del proyecto de ley, anunciado por el Gobierno Nacional, que modificaría las vigencias futuras, para el análisis respectivo.
¿Por qué es importante mantener el modelo de APP?
Las APP constituyen una herramienta valiosa para financiar y ejecutar proyectos de gran envergadura, especialmente cuando el Estado enfrenta limitaciones fiscales. Muy importante es señalar que la participación del sector privado en el largo plazo genera progreso y mejora la calidad de vida para la región, en cuanto permite desarrollar iniciativas de largo plazo que generen impacto social y ambiental positivo, pues la permanencia en el tiempo de los concesionarios garantiza la continua incorporación de tecnología e innovación.
Otra ventaja de las APP son los menores costos, aumentar la capacidad de inversión, administrar mejor los riesgos, mayor calidad de la obra y acceso a más métodos de financiación.
La experiencia de Colombia, donde las APP han sido fundamentales para el desarrollo de infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria, es un claro ejemplo de esto. La clave radica en encontrar un equilibrio adecuado entre los modelos de APP y obra pública, aprovechando las fortalezas de cada uno. Un enfoque basado en el análisis de las necesidades específicas de cada país y proyecto permitirá optimizar el uso de los recursos públicos y acelerar el cierre de la brecha de infraestructura en América Latina.
¿Cuáles son los planes de esta línea de negocio este año?
La inversión en infraestructura sigue siendo un factor indispensable en los países de América Latina, tanto para continuar aumentando su competitividad, como para seguir apalancando la reactivación económica de la región. Se espera que los gobiernos de los países de interés de ISA continúen desarrollando sus programas de concesiones, entre ellas, las de carreteras.
En particular, en los países en los que ISA tiene presencia, en Chile el Ministerio de Obras Públicas (MOP) tiene un amplio grupo de proyectos por licitar en su cartera para los próximos años, entre los cuales hay varios que podrían ser de interés de ISA y sus empresas.
En Colombia la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) presentó un portafolio de proyectos que pretende estructurar y licitar en el actual período de gobierno, entre los cuales habría algunos que coinciden con los del programa de concesiones de quinta generación y que podrían ser de interés para ISA.
En Panamá, también el gobierno ha anunciado un programa que incluye la ejecución de un conjunto de proyectos APP de recuperación inicial o rehabilitación y mantenimiento de aproximadamente 2.000 kilómetros. En otros países de Latinoamérica en los que ISA aún no tiene participación en el mercado de vías, también hay oferta de proyectos en licitación que podrían ser de interés.
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Bloqueos en las vías
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¿Qué pedidos le harían al Gobierno para reactivar la infraestructura?
Es fundamental la correlación y articulación entre el sector público y el privado, para garantizar la correcta estructuración y ejecución de los proyectos, lo cual incluye una acertada distribución de los riesgos, asignando su gestión a la parte más idónea.
Se debería, en conjunto, revisar, primero, y entender y promover los beneficios del modelo APP, hacerlos llegar a la comunidad y reconocer la importancia de los diferentes mecanismos de financiación que tienen las concesiones, los cuales permiten hacer altas inversiones iniciales, con pagos al privado en el largo plazo, 20, 30 e incluso 40 años.
Segundo, analizar las formas legales y financieramente viables que permitan incorporar en los contratos vigentes, que van entre 2038 y 2050, tecnología, obras y dispositivos en pro de habilitar la transición energética; por ejemplo, los sistemas de cobro electrónico en la modalidad free flow, entre otros.
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También revisar los mecanismos que faciliten la incorporación en la normatividad, de materiales sostenibles, que cumplan por supuesto con especificaciones técnicas y de durabilidad, para promover prácticas como economía circular, entre otras (ejemplo, mezclas asfálticas alternativas, uso de madera con plástico posconsumo, etc.)
De manera general es indispensable seguir trabajando en la construcción de confianza, como uno de los habilitadores principales del modelo de participación privada en la construcción, operación y mantenimiento de activos de infraestructura.
PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio