El expresidente Iván Duque emitió un comunicado en respuesta a las acusaciones de Gustavo Petro, quien lo llamó «terrorista». En su comunicado, Duque negó rotundamente cualquier vinculación con grupos armados ilegales y rechazó las afirmaciones de complicidad con el terrorismo.
Duque enfatizó que nunca ha hecho apología del terrorismo ni ha respaldado figuras polémicas como Fidel Castro, Daniel Ortega o Nicolás Maduro. Además, negó cualquier intento de alianzas con criminales para beneficio electoral y refutó las acusaciones de intentar legalizar dinero proveniente del narcoterrorismo.
El expresidente también criticó la incitación a la violencia y el uso indebido de la juventud en actos de vandalismo. Hizo un llamado a un diálogo más civilizado y respetuoso en la política colombiana, rechazando las amenazas a periodistas, empresarios, políticos y otros sectores por no compartir su punto de vista.
Duque concluyó su defensa invocando un proverbio para ilustrar su percepción de las acusaciones en su contra y llamando a centrar el debate en temas más importantes y urgentes que enfrenta el país. Además, instó a un cambio en el tono y la substancia del debate público en Colombia, proponiendo un diálogo democrático sano y libre de distracciones y ataques.
Ante este debate, algunas personalidades de la política colombiana se pronunciaron a favor de Duque, como el expresidente Álvaro Uribe, quien consideró inaceptable tratar al presidente Duque o a su Gobierno de terroristas. Por su parte, el jurista Jaime Arizabaleta destacó la formación y trayectoria de Duque, contrastándola con la de otros líderes políticos.
Este intercambio refleja las tensiones políticas en Colombia y la importancia del debate democrático en un contexto de polarización. Las declaraciones de Duque buscan no solo limpiar su nombre de acusaciones graves, sino también promover un diálogo más constructivo y respetuoso en la política colombiana.