Esta tendencia a la baja es un golpe para los funcionarios encargados de mantener encarrilada la frágil recuperación del país en medio del aumento de los precios de las materias primas causado por la crisis de Ucrania y las continuas interrupciones del suministro.
Los datos revisados del producto interno bruto (PIB) publicados por la Oficina del Gabinete esta semana mostraron que Japón se expandió un 4,6 por ciento anualizado de octubre a diciembre, por debajo de las predicciones medianas de los economistas de un aumento del 5,6 por ciento y una lectura preliminar del 5,4 por ciento publicada el mes pasado.
“Esto sugiere que la recuperación económica de Japón de la pandemia es más débil que la de Europa y Estados Unidos”, dijo Takeshi Minami, economista jefe del Instituto de Investigación Norinchukin, según informó Reuters.
En términos intertrimestrales, el PIB aumentó un 1,1 por ciento, menos que la predicción media del mercado de un aumento del 1,4 por ciento, principalmente debido a la rebaja en el consumo privado, dijo un funcionario del gobierno en una rueda de prensa.
Los datos del Ministerio de Industria de diciembre también mostraron que el gasto en servicios, como restaurantes y transporte, fue más débil que la estimación preliminar basada en cifras del sector privado, agregó el funcionario.
«El consumo privado probablemente fue bastante débil en enero, debido al bajo gasto en bienes de capital, como automóviles y servicios», agregó Minami.
Los datos publicados a principios de este mes mostraron un gasto empresarial sólido en el cuarto trimestre, las cifras revisadas del PIB reflejaron la debilidad en elementos, como la inversión en software, enfatizó el funcionario.
La demanda interna general contribuyó con un 0,9 por ciento a las cifras revisadas del PIB, mientras que las exportaciones netas agregaron un 0,2 por ciento.
En una encuesta de Reuters la semana pasada, los economistas pronosticaron un crecimiento anualizado del 0,4 por ciento en el trimestre enero-marzo, recortando las proyecciones anteriores debido a la variante Omicron y las incertidumbres causadas por la guerra en Ucrania.