La investigación, adelantada por la policía judicial, permitió identificar dos inmuebles que, al parecer, eran usados por los procesados para dosificar alucinógenos que luego eran vendidos a consumidores del sur oriente de Villavicencio (Meta).
Los dos primeros procesados fueron presentados ante el Juzgado Promiscuo de San Carlos de Guaroa para audiencias concentradas y asegurados con detención intramural. Las otras tres personas fueron puestas a disposición del Juzgado Promiscuo de Guayabetal (Cundinamarca) para su judicialización. Contra estas tres personas el juzgado se abstuvo de dictar medida alguna.
Todos los capturados fueron imputados por el delito de fabricación, tráfico y porte de estupefacientes. Ninguno aceptó su responsabilidad en los hechos atribuidos.
La Fiscalía habla con resultados.