La jueza 44 penal del circuito de Bogotá ha rechazado la solicitud de nulidad presentada por la defensa del expresidente Álvaro Uribe, ordenando que el juicio por los delitos de fraude procesal y soborno a testigos continúe. La decisión marca un punto crucial en el proceso legal que se ha extendido por más de cuatro años.
La jueza argumentó que no existe fundamento para que Uribe y su defensor aleguen desconocimiento de los hechos que sustentan la acusación, considerando el tiempo transcurrido y la claridad de los cargos. Destacó que el expresidente, al renunciar a su fuero y elegir someterse a la justicia ordinaria, no puede ahora buscar invalidar los actos procesales con los que él mismo se comprometió.
“La solución no era invocar la nulidad, sino solicitar la aclaración en el momento procesal oportuno”, subrayó la jueza, refiriéndose a la recomendación previa de la Corte Suprema de Justicia. Añadió que no se ha violado el debido proceso, ya que Uribe y su defensa han tenido conocimiento de los hechos imputados desde hace años.
La jueza también criticó la estrategia de la defensa de Uribe, encabezada por el abogado Jaime Granados, al señalar que sus acciones evidencian una clara intención de dilatar el proceso. “¿No es para usted una necesidad de avanzar para finalizar rápidamente el proceso a su cliente?”, cuestionó la jueza a Granados, destacando la importancia de proceder con celeridad.
Con esta decisión, el juicio contra el expresidente Uribe se inicia de manera formal. Enfrentándose a cargos de fraude procesal y soborno a testigos, el líder del Centro Democrático podría enfrentar una pena de entre 6 y 12 años de prisión si es hallado culpable. Se anticipa que el desarrollo del juicio podría extenderse por al menos dos años, dada la complejidad del caso y las múltiples etapas procesales involucradas.
La determinación de la jueza 44 penal del circuito de Bogotá de rechazar la solicitud de nulidad y avanzar con el juicio contra Álvaro Uribe subraya la seriedad con la que se está abordando este caso. La justicia ordinaria sigue adelante con un proceso que promete ser uno de los más significativos en la historia reciente de Colombia.