Redacción
La mujer corría una travesía tras un mejor futuro ante la crisis que se vive en Buenaventura.
La muerte de Elvia Tomasa Valencia Cuero fue reportada el pasado miércoles 3 de febrero en el desierto de Atacama, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. En la misma zona fue encontrado el cuerpo sin vida de un hombre de nacionalidad venezolana.
Los Carabineros de Chile consignaron que la muerte se dio en este territorio donde las temperaturas pueden bajar de cero grados.
Ambos cadáveres fueron trasladados a Colchane, una localidad rural del norte chileno, una de las metas del ‘sueño chileno’. Esta noticia se convirtió en pesadilla para sus familias.
En principio, la identidad de Elvia Tomasa Valencia Cuero estaba en duda por una confusión en documentos, pero luego se precisó que ella era la caminante que murío mientras buscaba llegar a Chile.
En Buenaventura ya la noticia corría en medio del drama que afrontan los porteños ante la arremetida de la violencia desde el 30 de diciembre, cuando una banda armada dejó seis muertos en un recorrido mortal por calles de esa ciudad portuaria.
Elvia Tomasa había trabajado en cuidado de niños en Buenaventura y era integrante de una congregación cristiana.
Lo que se comenta sobre lo sucedido antes de su deceso, es que Elvia y un gruupo de caminantes quedaron en manos de los llamados coyotes, como se conoce a traficantes de migrantes.
De acuerdo con informes de autoridades en Chile, a través de la frontera norte cruzaron irregularmente más de 3.600 extranjeros en enero, diez veces más que el año pasado; mientras que por Colchane cruzaron unos 1.500.
De otro lado, la Cancillería colombiana ya se puso en contacto con la familia de Elvia para que ellos determinen lo que se hará con el cuerpo de la mujer, el cual aún está en territorio chileno.
El Tiempo
