Los principales funcionarios de salud de EE. UU. presentaron el miércoles un plan nacional para manejar el COVID-19 en el futuro, prometiendo prepararse para cualquier nuevo brote de variante sin cerrar escuelas y negocios y pidiendo fondos adicionales del Congreso.
El plan ayudará a “llevar a Estados Unidos de la crisis a un momento en que el COVID-19 no interrumpa nuestra vida diaria”, dijo la Casa Blanca, un día después de que el presidente Joe Biden reconociera que la lucha del país contra el coronavirus había entrado en una nueva fase.
“Debemos estar preparados para responder rápidamente a una nueva variante y mantener abiertas nuestras escuelas y negocios”, dijo el Plan Nacional de Preparación COVID-19 actualizado, citando la necesidad de mantener vacunas y refuerzos, tratamientos, pruebas y máscaras.
La Casa Blanca pidió más fondos para pagar el tratamiento y las pruebas de COVID, entre otros esfuerzos, pero no llegó a solicitar una cantidad específica en dólares.
El coordinador de respuesta al COVID-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients, dijo a los periodistas en una rueda de prensa que la administración de Biden trabajaría con los legisladores estadounidenses en las próximas semanas para finalizar una cifra. Fuentes familiarizadas con el asunto el mes pasado dijeron que la administración Biden buscaba otros $ 30 mil millones del Congreso.
Zients también pidió al Congreso que reautorice los créditos fiscales para pagar las licencias familiares y por enfermedad cuando las personas contraen COVID.
Los fondos adicionales ayudarían a reconstruir la reserva nacional de pruebas, píldoras antivirales y máscaras para los estadounidenses; fortalecer las capacidades de monitoreo y recopilación de datos de la nación para detectar variantes emergentes; e impulsar la fabricación de vacunas, dijo.
Pero el senador republicano Mitt Romney, en un tuit, dijo que se necesitaba «una contabilidad completa» de los billones de dólares ya aprobados antes de que los legisladores «pudieran incluso considerar apoyar esta solicitud».
“Crecen las preguntas sobre adónde ha ido exactamente el dinero adicional”, decía una carta a Biden firmada por 36 senadores republicanos, incluido Romney, el miércoles, citando los $ 1.9 billones autorizados en marzo de 2021 además de los fondos de ayuda COVID aprobados previamente antes de que el presidente tomara oficina.
Biden, en su discurso del Estado de la Unión ante el Congreso el martes, anunció que el Departamento de Justicia de EE. UU. nombraría a un fiscal jefe para examinar el fraude pandémico.
Señaló que Estados Unidos debe cambiar con la disminución de las infecciones y la reducción de varias precauciones dos años después de que el COVID cerrara grandes franjas del país, pero también advirtió contra la autocomplacencia contra la enfermedad, que según los expertos aún podría surgir nuevamente con nuevas variantes.
“Nunca aceptaremos simplemente vivir con COVID-19, continuaremos combatiendo el virus, como lo hacemos con otras enfermedades”, dijo Biden a los legisladores.
También anunció un nuevo plan para permitir que los estadounidenses se hagan la prueba de COVID en una farmacia y obtengan pastillas antivirales gratis si dan positivo.
Más de 955 000 personas han muerto de COVID en los Estados Unidos desde principios de 2020 con un total de 79 114 386 casos reportados en los Estados Unidos, según un análisis de Reuters de datos estatales y del condado.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que con vacunas y tratamientos más ampliamente disponibles y con una tendencia a la baja de casos, los trabajadores, incluidos los empleados federales, pueden regresar a sus oficinas de manera segura en los próximos días y semanas.
“Claramente vamos en la dirección correcta”, dijo el Dr. Anthony Fauci, el principal funcionario de enfermedades infecciosas del país. Pero, agregó: “Sabemos que tendremos que lidiar con COVID en algún nivel durante algún tiempo por venir”.
