Los ciudadanos han sido llamados a formular propuestas para rebautizar la urbe.
La ciudad canadiense de Asbestos, perteneciente a la provincia de Quebec, anunció el miércoles pasado que iniciará un proceso de cambio de nombre, para así deshacerse de su asociación con el grupo de minerales metamórficos cuyo uso fue prohibido tras demostrarse que sus productos relacionados provocan cáncer.
La discusión sobre el cambio de nombre se ha estado gestando desde hace ya algún tiempo. Durante los últimos años, funcionarios de la ciudad han tratado de mejorar la imagen de la urbe mediante el uso de un nuevo eslogan y nuevos colores distintivos, pero sin mucho éxito debido a la connotación negativa que tiene el apelativo.
«Realmente hay una percepción negativa sobre el asbesto», dijo el alcalde de la ciudad, Hugues Grimard, a CBC.
El poblado fue bautizado así por ser la mayor fuente individual de asbesto en el mundo durante su apogeo. Antaño, fue ese un material muy popular para la construcción de casas y edificios.
El proceso de cambio de nombre empezará en enero del próximo año y, si bien aún no se ha escogido su reemplazo, Grimard espera que los ciudadanos, como «embajadores de un municipio y representantes de su vitalidad», participen en la elección de una nueva designación. El consejo municipal será el encargado de recopilar las sugerencias ciudadanas.
