Los trabajadores de la salud, que operan una clínica móvil, dicen que un residente les ofreció una habitación para consultar a los pacientes, pero los residentes dicen que esto es inadecuado.
“Los pacientes podrían colapsar porque nos vemos obligados a pararnos incluso cuando estamos tan enfermos. No hay sillas. No hay sombra para el sol ni para esconderse cuando llueve. Ni siquiera hay baños”, explica un paciente.
“No hay privacidad. Todos pueden escucharte mientras consultan”, agregó otro paciente.
“La clínica móvil viene dos veces al mes y el problema que tenemos es que tenemos que viajar de 20 a 30 kilómetros para llegar al móvil”, explica otro paciente.
Mientras tanto, el departamento de salud provincial reconoció los desafíos y se comprometió a intervenir.
“El departamento tomó nota de las quejas de la comunidad de Skuilsdrift en Groot Marico y se ordenó al equipo de administración del distrito que hiciera una evaluación y brindara soluciones”, explica el portavoz del departamento, Tebogo Lekgethwane.