Redacción
La crisis que enfrenta la Iglesia de Inglaterra se ha profundizado después de que reveló casi 400 nuevos casos de abuso, casi la mitad de los cuales fueron sexuales.
Al anunciar los nuevos casos hoy, miércoles 5 de octubre, revisores independientes dijeron que habían evaluado unos 75,000 archivos, el más antiguo data de la década de 1940. Eso había revelado otros 383 casos de abuso, algunos de los cuales son más recientes y se remontan a 2018.
Los arzobispos de Canterbury y York dijeron que sentían “gran tristeza y profunda vergüenza” con muchos de los que fueron declarados culpables y relevados de sus funciones a lo largo de los años, siendo reincorporados debido a la falta de un proceso y procedimiento adecuados.
Al publicar su Revisión nacional de casos pasados 2 (PCR2), la Iglesia de Inglaterra dijo que algunos de los casos tratados en el pasado no cumplían con los estándares modernos de protección. Estos incluyeron el abuso sexual, el tipo más común de presunto abuso, que representó poco menos de la mitad de los casos.
También se identificaron 39 casos de abuso emocional, 33 físicos y 21 denuncias de abuso financiero. Se presentaron nueve casos de abuso doméstico, mientras que 81 se clasificaron como «otros».
Es preocupante que 168 de los casos se relacionaran con niños y 149 con adultos vulnerables. Otros 27 se registraron como aptos para ambas categorías.
Los delitos fueron cometidos por clérigos, 242, oficiales de la iglesia, 53 y voluntarios, 41.
Los sobrevivientes dicen que las experiencias les cambiaron la vida y que la iglesia debe permanecer permanentemente abierta para responder a nuevas revelaciones y nuevas fases dentro de revelaciones más antiguas.
En el informe se incluyen 26 recomendaciones nacionales, incluido el establecimiento de una carta para garantizar que se escuchen las voces de los niños.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el arzobispo de York, Stephen Cottrell, emitieron una declaración conjunta en la que decían: “Nos disculpamos sinceramente por nuestros fracasos y queremos llegar a aquellos que aún sufren el dolor y la miseria que soportaron”.
El nuevo informe muestra que la crisis de la Iglesia de Inglaterra se ha profundizado, a pesar de las disculpas de la jerarquía y las promesas de abordar los problemas. También hará poco para ayudar a la reputación de la monarquía como líderes de la iglesia.
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