La marchante Lia Rumma, que dirige una galería con espacios en Milán y Nápoles, ha donado al gobierno del país más de 70 obras realizadas por destacados artistas italianos. Las obras se exhibirán en un museo nacional en Nápoles.
Muchas de las obras incluidas en el regalo son de artistas afiliados al Arte Povera, un movimiento de las décadas de 1960 y 1970 en el que los artistas usaban materiales crudos como tierra, trapos, rocas y cinta adhesiva para fabricar esculturas. Vieron su trabajo como posicionado fuera del mercado.
Entre los 30 artistas representados en el obsequio se encuentran Vincenzo Agnetti, Giovanni Anselmo, Enrico Castellani, Luciano Fabro y Michelangelo Pistoletto, entre otros.
Las obras se exhibirán permanentemente en la Palazzina dei Principi, un edificio en el campus del Museo Capodimonte, una de las instituciones más importantes de Italia. En su colección se encuentran obras que datan desde el siglo XIII hasta la actualidad. El museo posee actualmente alrededor de 160 obras de arte contemporáneo.
Rumma, que comenzó como coleccionista mientras vivía en Salerno, comenzó a acumular obras de los artistas a principios de la década de 1960 con su pareja, el comisario Marcello Rumma. Fue una de las personas que le pidió a German Celant que fuera el curador de “Arte Povera + Azioni Povere” de 1968, una de las primeras muestras significativas dedicadas al movimiento. Tras la muerte de Marcello en 1971, Lia abrió una galería en Nápoles dedicada al arte minimalista y conceptual, en la que se exhibían artistas como Joseph Kosuth y Enrico Castellani.
En un comunicado, Sylvain Bellenger, director del Museo Capodimonte, dijo que el regalo refleja un período en el que “el arte italiano entró radicalmente en el mundo contemporáneo”.