La nueva arma de las autoridades para atacar el crimen en Bogotá

Uniendo los puntos en los que se acumulan la mayor cantidad de denuncias, las autoridades detectan cuáles son los sitios con mayores indicios de criminalidad. El sistema que soporta esa opción es una tecnología de georreferenciación capaz de asociar datos estáticos en un documento a una plataforma visual más amigable.

Lorena Cano, jefa de la oficina de análisis de la información de la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia de Bogotá, cuenta que el cruce de datos que realiza la entidad genera un mapa de calor con los lugares donde ocurren y se reportan más robos, homicidios y lesiones.

El software que lo habilita se llama ArcGIS y es la herramienta en la que la Secretaría reporta información desagregada que recibe de las denuncias interpuestas por la ciudadanía en la Fiscalía, la Policía Nacional y el Gaula virtual. Arc-GIS ofrece visualizaciones completas de mapas en 3D, que entregan los hallazgos den forma detallada a la Policía Nacional.

“De esta manera se puede detectar cuáles son los puntos más calientes de la ciudad”, con lo que se han identificado, hasta la fecha, 218 entornos priorizados, de los cuales 52 corresponden a estaciones de Transmilenio. Las otras zonas comprenden parques, colegios y sitios de entretenimiento o rumba.

ESFUERZOS PRIORIZADOS

La información no es útil solo para identificar el comportamiento en el territorio. Lo es también para establecer qué zonas deberían tener mayor prioridad de atención y monitoreo por su impacto.

Los conteos de los crímenes se registran contemplando los eventos que ocurren dentro de 100 metros a la redonda de una ubicación. Con esa información se construye un índice que permite resumir en un solo indicador el nivel de riesgo. Pero, como dice Cano, “de nada sirve priorizar una estación de TransMilenio si no se especifica en qué momento hay mayor índice de delitos”.

El sistema, entonces, también orienta sobre cuáles son las horas más problemáticas. Con ese cruce de información, las autoridades pueden recibir alertas con los momentos y lugares en donde deberían patrullar de manera más frecuente.

Pero no en todas las zonas ocurren los mismos delitos. Por ejemplo, en los lugares de rumba las autoridades se concentran en los puntos donde hay más reportes de homicidios y lesiones, dos delitos altamente relacionados con el consumo excesivo de alcohol.

En las demás zonas hay una priorización del hurto, al ser el delito más frecuente.
Solo en el hurto de bicicletas se generan mapas de concentración para cada unidad espacial de análisis, que corresponde a los cuadrantes de 55 metros. Esa información se une a los datos de la red de biciusuarios Bicicletero, que permite validar y ajustar las zonas definidas.

Esta metodología fue adoptada en el último trimestre del 2016. Los reportes mensuales han encontrado, por ejemplo, que en este año, de enero a septiembre, las lesiones personales se han disminuido en un 19 por ciento. También los hurtos a entidades financieras han caído en un 24 por ciento, mientras que el hurto de celulares se redujo en un 14 por ciento. No obstante, el hurto general a personas se ha incrementado en un 19 por ciento.

Dado que la ‘demanda’ del crimen no descansa, el mapa está en la capacidad de reflejar también los territorios de alta complejidad, conocidos como ‘puntos calientes’. Allí es donde convergen todos los delitos.

Estos puntos resultan ser dinámicos y varían cada dos meses, según sea el comportamiento de los delitos priorizados dentro de la información que alimenta el sistema.

La Secretaría escoge alrededor de unos 12 puntos calientes por localidad, que normalmente distribuye entre 6 para ser intervenidos los días lunes a jueves y otros 6 entre el viernes y el domingo. Gracias a la herramienta se facilitan decisiones como la cantidad de efectivos en cada zona. Aunque no se revelan detalles sobre la distribución por razones de seguridad, en cada turno un policía puede pasar por más de uno de estos puntos calientes.

OTROS USOS
Mientras que la georreferenciación permite a un sistema mostrar las coordenadas físicas de un lugar en una imagen digital, la geolocalización lleva la información hasta un sistema central que puede visualizar automáticamente varias señales al tiempo.

En este sentido, es posible conocer la ubicación de un individuo, carro o sensor gracias a la señal de GPS que envía un dispositivo, como un radar o un teléfono móvil.

Con estas señales es posible generar información en tiempo real. Un ejemplo son los datos de tráfico de la ciudad de Medellín. Allí, en alianza con la plataforma Waze, de propiedad de Google, las autoridades locales generan planes de acción para evitar embotellamientos. Una decisión como qué semáforo debe tardar un minuto de más en rojo y cuál en verde puede desatascar una fila de vehículos en cuestión de minutos.

REDACCIÓN TECNÓSFERA
@TecnosferaET

Fuente de la Noticia

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