La pesadilla bancaria que casi enfrenta Australia

El sector financiero de Australia estaba mejor equipado para hacer frente a la pandemia de Covid gracias a un conjunto de reformas introducidas durante la crisis financiera mundial.

El alto funcionario del Banco de la Reserva de Australia, Jonathan Kearns, dijo en la Conferencia de Titulización de Australia que las reformas hicieron que el sector fuera más resistente y evitaron un escenario de pesadilla.

“Si el sistema financiero hubiera sido tan frágil como lo fue en 2007, las consecuencias de la pandemia habrían sido mucho más severas”, dijo el titular de mercados domésticos.

“En cambio, en 2020, nuestro sistema financiero estaba bien posicionado para absorber, en lugar de amplificar, el impacto de la pandemia”.

La crisis de 2007, provocada por el colapso del mercado de hipotecas de alto riesgo en los EE. UU., hizo que aumentara la tasa de desempleo de Australia y que se ralentizara el crecimiento económico.

Pero la nación surgió como una de las pocas economías occidentales que no experimentó una recesión.

El Sr. Kearns dijo que las reformas posteriores a la GFC y el impacto de la salud pública al ser externo al sector financiero ayudaron en el repunte económico de la pandemia de Australia.

“También vimos un nivel sin precedentes de apoyo a las políticas en Australia durante la pandemia por parte de los gobiernos nacional y estatal, así como del Banco de la Reserva y otros”, dijo Kearns.

“Estas acciones ayudaron a limitar la recesión inicial y restaurar la actividad económica”.

Durante el pico de la pandemia, el RBA redujo las tasas de interés a mínimos históricos y redujo el costo de los préstamos federales mediante la compra de bonos del gobierno.

Pero en los últimos ocho meses ha aumentado agresivamente las tasas de interés en un intento por frenar la inflación vertiginosa, causada por las réplicas de la pandemia y la invasión rusa de Ucrania.

Se dice ampliamente que el RBA volverá a aumentar la tasa de efectivo cuando la junta se reúna la próxima semana.

Kearns advirtió que una combinación de aumento de las tasas de interés y caída de los precios de la vivienda significaría que la cantidad de personas que luchan por pagar sus préstamos «probablemente aumente».

Pero insistió en que la baja tasa de desempleo y los precios de la vivienda que permanecen un 20 por ciento más altos que al comienzo de la pandemia “limitarían la entrada en mora”.

Fuente de la Noticia

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