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La pesadilla de los profesores en un colegio en Soledad

por Redacción BL
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La pesadilla de los profesores en un colegio en Soledad

“Estamos con la confianza en Dios. Que sea lo que él quiera”, dice en tono resignado Rosa María (*) una de las profesoras de la Institución Educativa Villa Estadio de Soledad (Atlántico), que hace un mes recibió amenazas de muerte por desconocidos y que pese al miedo que siente, le toca seguir asistiendo a trabajar.

Esta institución educativa, a la que van 1.100 estudiantes, sacó la cara por el municipio y el departamento en el 2019, al obtener la calificación A+ en las pruebas Icfes, como resultado de las exigencias académica de sus profesores, que en su mayoría cuentan con posgrados.

Sin embargo, la respuesta a semejante logro, comenzando el 2020, fue la amenaza de muerte que recibieron profesores y la rectora por desconocidos. En la portería del colegio dejaron volantes con el nombre de cada educador, en el que se invitaba a sus familiares a asistir “al funeral”.

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La situación se registró el pasado 14 de enero, lo que implicó que el colegio reanudara sus clases tres semanas después de que inició el calendario escolar en el municipio, ante el temor generalizado de profesores y directivas académicas, que se resistían a regresar a clases.

Claro que deben estar temerosos, andan solos en buses o motos, sin saber quién les quiere hacer daño

“No sabemos de dónde vienen esas amenazas”, sostiene la profesora Rosa María, que tiene 26 años en este colegio, y como muchos de sus compañeros está atemorizada.

Luis Grimaldo, directivo de la Asociación de Educadores del Atlántico (Adea), sindicato que agrupa a unos 10 mil docentes de Malambo, Soledad, Barranquilla y el Atlántico, asegura que los profesores debieron retornar a clases con miedo porque aún no les han dicho de dónde vienen esas amenazas.

“Claro que deben estar temerosos, andan solos en buses o motos, sin saber quién les quiere hacer daño”, dijo Grimaldi, quien asegura que tienen denuncias de amenazas contra 127 profesores en esta zona del país.

El origen de las amenazas

Las primeras hipótesis que manejan afectados y autoridades apuntan a que detrás de estas amenazas podrían estar las bandas de delincuentes que rondan esta zona de Soledad.

El colegio de Villa Estadio está en una zona donde hay presencia de bandas delincuenciales que tienen montado un lucrativo negocio con el microtráfico de sustancias psicoactivas, y que intentan involucrar a los estudiantes.

Los profesores y directivos del colegio han dado una dura lucha para evitar jóvenes y niños se dejen persuadir por los miembros de estas bandas, que rondan el plantel, para que sean expendedores o consumidores.

Pese a los anuncios de las autoridades, los profesores aún sienten miedo.

Foto:

Vanexa Romero / EL TIEMPO

Mantenemos a los estudiantes ocupados, trabajando en tareas y estudiando, además de recordándoles los riesgos que implican entrar en el mundo de las drogas”, sostiene la profesora.

Otra hipótesis que manejan las autoridades es que detrás de las amenazas podrían estar padres de familia. La exigencia académica de los profesores y directivos ha contribuido a elevar el nivel de los estudiantes. El problema se genera cuando algunos padres de familia no aceptan que sus hijos pierdan un año o periodo académico y llegan a reclamar de manera airada a profesores.

El nivel de intolerancia y agresividad de algunos padres contra los docentes es tan alto y peligroso, que el año pasado se presentó un caso en que un papá, que fue a reclamar por las malas notas de su hijo, le partió el brazo a una docente con el casco de una moto. “Y no ha pasado nada”, subraya Grimaldi.

Nosotros estamos dispuestos a recuperar estos días trabajando incluso semanas de receso como Semana Santa o la de octubre

La situación de los ocho profesores

Representantes de la comunidad y algunos padres de familias realizaron una marcha desde la sede del colegio hasta la Alcaldía Municipal para presionar a las autoridades a que les garanticen la seguridad a los maestros amenazados y retorne la normalidad académica en el colegio.

Debido a estas amenazas, siete profesores y la rectora serán trasladados del colegio. Entre los que se deben ir están docentes fundadores de la institución y que tenían gran arraigo en el plantel educativo.

Los siete docentes se encuentran en su lugar de residencia esperando que sean reubicados. En estos momentos siguen recibiendo su sueldo y solo tienen comunicación con la Secretaria de Educación del municipio.

Por su parte, la rectora se encuentra cumpliendo con sus funciones desde la oficina de la Secretaria de Educación. Ella solicitó que le concediera esa oportunidad ya que no quiere ser trasladada.

«Nosotros estamos dispuestos a recuperar estos días trabajando incluso semanas de receso como Semana Santa o la de octubre, pero siempre y cuando se nos brinde una medida de protección real», dijo a Caracol el profesor Fabián Miranda, cuyo nombre también aparece en no de los panfletos.

El plan de las autoridades

Desde la Alcaldía de Soledad se tomaron varios medidas como la asignación de un personal especial de seguridad que tiene la tarea de hacerles un acompañamiento a los docentes, la creación de un grupo especial de investigadores de la Fiscalía y la Policía, que ya inició el proceso para establecer quiénes son los autores de las amenazas y cuáles son las razones de las mismas.

También, la expedición de un acto administrativo mediante el cual se les otorga a los docentes la calidad de amenazados, proceso que podría tardar hasta tres meses.

De igual forma, se envió un oficio a la Unidad Nacional de Protección, mediante el cual se le da a conocer la situación, de tal forma que active los protocolos de atención definidos para estos casos.

La Policía Metropolitana de Barranquilla anunció el apadrinamiento del colegio, mediante la presencia permanente de uniformados en la entrada o alrededores del colegio.

Sin embargo, los profesores aseguran que los uniformados en ocasiones solo se les ve la cara un rato por la mañana y luego desaparecen.

Por eso es que le digo que aquí estamos es de la mano de Dios”, puntualiza la profesora Rosa María.

LEONARDO HERRERA DELGANS
Corresponsal de EL TIEMPO Barranquilla
@leoher69

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