Una gran mancha escarlata se extiende desde el Centro Histórico de Quito hacia Quitumbe. Se trata de un mapa de calor que identifica las aglomeraciones en la ciudad.
Los puntos rojos que están en el casco urbano contrastan con los verdes, que indican menos aglomeración y que todavía se aprecian en las parroquias rurales del Distrito.
La herramienta tecnológica, que se actualiza a diario, pertenece al ECU-911. Los usuarios pueden revisar información de cualquier ciudad. En Quito, los puntos más conflictivos están en Calderón, Carapungo, San Carlos, Centro Histórico, La Atahualpa, Chillogallo, Solanda y La Ecuatoriana.
El director del ECU-911, Juan Zapata, señala que desde el inicio de la emergencia sanitaria por el covid-19 se han registrado 33 704 alertas por aglomeraciones a escala nacional; de ellas, 18,4% pertenece a Quito, que ocupa el primer lugar.
¿Cómo funciona el mapa de calor?
Las cámaras del ECU-911 detectan concentraciones de más de 40 personas en mercados, plazas, avenidas y calles y emiten una alerta. El operador del ECU-911 hace una captura y llena los datos en una matriz. Las cifras nutren el mapa digital, a través de fórmulas.
Los sitios más conflictivos son los cercanos a centros de abastos, en donde se generaron 500 alertas. En 12 ocasiones hubo disturbios. Un ejemplo es el sector de San Roque. Pese a que el mercado está cerrado, ayer, 11 de junio del 2020, se vio a gran cantidad de comerciantes y de compradores. Muchos no cumplían con la distancia de 2 metros o no usaban mascarillas.
Desde el lunes 15 de junio, adelantó Zapata, funcionará la Plataforma de Inteligencia Artificial para el Distanciamiento Social. Este software detectará las acumulaciones y los operadores emitirán mensajes por los parlantes de los sistemas de videovigilancia, para que la gente tome distancia. Mensajes similares se usaron para simulacros de tsunami en el eje costanero, o de erupciones volcánicas en Pichincha y Cotopaxi.
El Municipio también maneja sus propias herramientas. Según César Díaz, secretario de Seguridad del Cabildo, a diario se hacen valoraciones del crecimiento de la curva de contagios. El Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana se encarga de analizar la información que entregan los COE nacional y provincial al Metropolitano.
Con los datos de casos por parroquias se alimenta una base de datos para el mapa de calor. Así se puede conocer en qué parroquias se aceleran o desaceleran los contagios.
Díaz señala que el Municipio recibe información, pero no ha podido acceder directamente a la herramienta tecnológica que tiene el Ministerio de Telecomunicaciones (Mintel) sobre la movilidad de personas diagnosticadas con covid-19.
Por esa razón, la semana pasada el COE de Quito exhortó a fusionar esa herramienta con las que tiene el Cabildo, para mejorar la colaboración y el control. De momento, el mapa de calor solo registra la dirección los contagiados.
El Municipio tiene un modelo de rastreo para vigilancia epidemiológica, explica Gregorio Montalvo, director de Políticas y Planeamiento de Salud. Este mecanismo condensa varios datos, como la cifra de casos positivos, cantidad de llamadas al 171 y al 911, tasas de letalidad, etc., que sirven para tomar decisiones como el cambio en el semáforo.
También son una guía para organizar la toma de pruebas en sectores vulnerables. De momento, dijo Montalvo, en la ciudad hay un crecimiento sostenido de contagios y el 17 de junio se hará una evaluación sobre el impacto del cambio de semáforo sobre la curva.
Ayer, 11 de junio, se reportó que en Quito 54 personas esperan por una cama por padecer covid-19 y otras 34 requerían de cuidados intensivos, lo cual indica que la demanda ha sobrepasado la capacidad del sistema público de salud, puntualizó.