Redacción
Corría el año 2000, inicio del nuevo milenio. Mayo para ser concreto.
(Inflación histórica en Colombia: por qué debería importarle el dato).
Ese mes, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) reportó que la inflación, en su variación anual, había alcanzado el 10 %.
Esa cifra se convertiría en la última de dos dígitos en 22 años, hasta ahora, cuando vuelve a superar la barrera del 10 % (julio – agosto del 2022).
Eran épocas de ‘vacas flacas’ y altos precios, pues casi un año antes (abril de 1999) el IPC fue de 11 %. Antes de eso, incluso, superó el 20 %.
En la actualidad, más de dos décadas después, y tras la pandemia del covid-19, una crisis logística y el estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania, la inflación se volvió a disparar por encima de dos dígitos.
(Controlar la inflación sin caer en recesión, el reto del Gobierno).
Según el más reciente reporte, en agosto de 2022, el costo de vida en su variación anual en Colombia llegó a 10,84 %, impulsado por los altos precios de los alimentos y las tarifas de energía.
Aunque las autoridades monetarias han hecho grandes esfuerzos por controlar este aumento desbordado, la situación aún preocupa y se estima que el IPC continúe subiendo en los próximos meses.
Inflación
Mauricio Moreno. EL TIEMPO
¿Cómo la superaron en el 2000?
Si bien el panorama era distinto y el mundo enfrentaba otras crisis, las preocupaciones eran las mismas: cómo frenar la subida de precios desde el alto nivel, a través de medidas de política monetaria.
Por eso y para cumplir con el mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo de la moneda y propender por un crecimiento económico sostenible, en el año 2000 la junta directiva del Banco de la República adoptó un esquema de política monetaria denominado «inflación objetivo», orientado al cumplimiento de una meta de inflación que permitiera mantener las expectativas de alrededor de dicha meta, que en el caso colombiano era, y sigue siendo, de 3 %, así como propender por alcanzar el máximo nivel sostenible de la producción y el empleo.
(Inflación en Colombia llegó a 10,84% en su variación anual en agosto).
Al establecer estas metas puntuales, las autoridades pueden orientar acciones específicas y medir variables en periodos de tiempo establecidos en corto, mediano y largo plazo.
Así las cosas, en Colombia la meta de inflación hace referencia a la inflación de precios al consumidor a fin de cada año, la cual se mide como la variación anual (doce meses), año corrido y mes especifico del Índice de Precios al Consumidor (IPC), calculado por el Dane.
Fue en noviembre de 2001 que la junta del Banrep informó que la meta de largo plazo de la inflación era del 3 % y explicó que mantener ese objetivo era equivalente a propender por una estabilidad de precios en el país.
A partir de 2002, comenzó a anunciar un rango aceptable alrededor de la meta puntual para el año siguiente, siendo esta última el punto medio de dicho rango.
A mediados de 2009 la inflación se situó alrededor de 3 % y, a partir de 2010, la meta de inflación ha estado centrada en la meta de largo plazo (3 %).
(La inflación repuntaría hasta 2,9 puntos si el combustible sube $4.545).
Cabe señalar que además de fijar una meta, las autoridades de la época establecieron otros objetivos como aumentar la tasa de interés y acelerar el ritmo de producción para que haya más oferta que evite el aumento de precios vía oferta y demanda.
Justamente, esas son algunas de las medidas tomadas recientemente por las autoridades monetarias y del Gobierno para tratar de contrarrestar este flagelo, que en algunos momentos de la historia ya nos ha impactado, como ahora.
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