Redacción
Por la pandemia, las cajas de compensación familiar han perdido aproximadamente 800.000 trabajadores afiliados.
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Así lo advierte un informe de Asocajas al presentar el balance del sector durante la crisis sanitaria. Según Adriana Guillén Arango, presidente Ejecutiva de Asocajas, las caídas se han mantenido mensualmente en un promedio de 7,4%.
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“Si nosotros estamos trabajando solo con la formalidad, hemos tenido una caída que está entre 700.000 a 800.000 personas que han dejado de estar afiliados al sistema de compensación familiar”, explicó.
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El descenso se presenta según las cajas en el país y oscilan entre 20,01%, como se presentó en San Andrés, hasta 1,8%, reducción que se registró en Meta.
Guillén dijo que en julio y agosto se notó una ligera recuperación por el reporte de 33.000 nuevas afiliaciones, lo que está en línea con lo que ha reportado el Dane sobre el mercado laboral.
Y si bien no hubo grandes caídas entre las empresas aportantes porque siguieron afiliadas, en el monto de las consignciones sí se ven reducciones frente a 2019, sobre todo en julio.
Es así como 35 cajas de las 43 del sistema señalaron una reducción. Y 11 de ellas han mantenido caídas del 10%, señaló la presidente de Asocajas, al tiempo que precisa que en agosto hubo una merma de 1,3% frente al mismo período del año pasado, menos que en julio que fue de 3,3%.
“En agosto ya se presenta una mejoría de los indicadores”, comentó Guillén.
Actualmente, el sistema tiene unas 682.000 empresas afiliadas que cotizan por sus trabajadores, eso se traduce en 8.894.000 empleados, que con sus grupos familiares llega a 19.307.000 colombianos.
La funcionaria dijo que pese a la crisis, 5 millones de personas recibieron en el primer semestre cuota monetaria por $1,1 billones, y la meta es terminar el año con $2,3 billones asignados, a $35.408 por persona.
Para mitigar los impactos del desempleo que desencadenó la pandemia, las Cajas de Compensación Familiar, con el propósito de proteger a la clase trabajadora vulnerable, desarrollaron, implementaron y financiaron el mecanismo de emergencia al cesante. Esta figura consiste en un beneficio económico dirigido a aquellas personas que tenían un empleo formal y lo perdieron en los últimos años.
A través de este mecanismo, las cajas comprometieron recursos propios por casi $700.000 millones para asignar auxilios de desempleo a personas que quedaron cesantes y que habían estado vinculadas por lo menos un año a estas entidades en los últimos cinco años. En total, se otorgaron 222.000 subsidios.
“Esta es la mayor contribución que ha hecho el sector privado a la emergencia sanitaria, porque viene de los aportes empresariales del 4%”, dijo Guillén.
Se alcanzaron a recibir 830.000 solicitudes y solo 530.000 correspondía a personas que tenían las condiciones para acceder al beneficio. Hoy en día hay 114.000 personas en listas de espera que serán atendidas con recursos del fondo de emergencias.
En salud, las entidades atienden al 35,8% del total de afiliados al Sistema de Seguridad Social, es decir, 16,5 millones de personas.
Cuando se declaró la emergencia, las cajas incrementaron su capacidad hospitalaria en 138 unidades de cuidado intensivo, lo que ha permitido atender más de 180 mil personas diagnosticadas con covid, es decir, el 28,3% de la población contagiada a nivel nacional.
Tres de sus laboratorios recibieron certificación del Instituto Nacional de Salud para procesar pruebas de covid-19, en los cuales se han realizado más de 614 mil, 24% del total de las practicadas a nivel nacional.
