Las bacterias patógenas que se encuentran por primera vez en las microfibras pueden poner en peligro el baño y el consumo de mariscos en el mar Mediterráneo.

Investigadores de La Sorbonne, Francia, han encontrado comunidades de bacterias patógenas adheridas a microfibras que flotan en el noroeste del mar Mediterráneo, entre las que se incluye Vibrio parahaemolyticus, un peligro potencial para la salud humana y animal que causa gastroenteritis asociada con el consumo de pescados y mariscos crudos o poco cocidos. Este es un hallazgo importante porque estos microorganismos podrían amenazar el baño y el consumo de mariscos.

La investigación detectó 195 tipos de bacterias con una fuerte presencia en la superficie del microplástico. Las microfibras son el tipo de plástico más común en el océano y las partículas antropogénicas más abundantes allí. Provenían de textiles hechos de fibras sintéticas como poliéster, poliamida, acrílico y poliolefina.

Estas microfibras llegan a los mares desde las lavanderías de textiles para el hogar a través de las estaciones depuradoras de aguas residuales urbanas, desde los ríos que transportan plástico hacia el interior y como resultado de las actividades pesqueras. Son una amenaza para los ecosistemas marinos, convirtiéndose en la forma más común de ingestión de microplásticos. Además, los plásticos son colonizados rápidamente por microorganismos, como bacterias o microalgas bénticas, lo que ofrece mejores oportunidades de transporte que otros transportadores naturales de vida corta, como la madera o los sedimentos.

Pedrotti y su equipo examinaron la interacción entre las microfibras y la comunidad microbiana del Mar Mediterráneo. Este lugar tiene un litoral densamente poblado con una importante actividad económica, como el turismo y el tráfico marítimo, generando una contaminación plástica terrestre que representa más del 80% de la basura marina en esa zona.

Microscopía óptica de fibras flotantes muestreadas en el Mar Mediterráneo (A, B), e imágenes de Microscopía Electrónica de Barrido (SEM) de sus bacterias adheridas, con células alargadas y redondeadas, así como Sustancias Poliméricas Extracelulares (EPS) (CF). La imagen pertenece al artículo del investigador.

Los resultados

Los investigadores se centraron en las bacterias patógenas V. parahaemolyticus y discutió el papel potencial de estas fibras como vectores para la propagación de patógenos potenciales. Para el análisis, recolectaron muestras en siete sitios a lo largo del noroeste del mar Mediterráneo durante la primavera y el verano.

El análisis indicó que las microfibras tienen una mayor diversidad de comunidades bacterianas y de tipos más peligrosos que las muestras de agua de mar. En la comunidad bacteriana de vida libre, la más abundante fue Candidatus Pelagibacter, una célula microbiana del plancton. Sin embargo, las bacterias adheridas a las microfibras estaban dominadas por Alteromonas sp – un tipo de proteobacteria que se encuentra comúnmente en el plástico marino en todo el mundo- y el patógeno V. parahaemolyticus. Este patógeno fue más abundante durante el verano y era más probable que se encontrara en muestras recolectadas cerca de la costa, lo que demuestra que el riesgo de contaminación podría ser mayor en áreas de alto impacto antrópico.

El artículo publicado en Plos One también reveló bacterias que biodegradan el material plástico (se alimentan de él), destacando un vasto entorno potencial funcional aún desconocido. “La identificación de los mecanismos implicados en la patogenicidad y biodegradación de los polímeros sintéticos es, por tanto, un tema prioritario”, apunta el equipo.

Según la investigación, pocos estudios han reportado patógenos humanos en microfibras o microplásticos en aguas mediterráneas. Además, este es el primero que describe V. parahaemolyticus en la región.

El estudio levanta una bandera roja sobre las consecuencias ecológicas y económicas que pueden tener las fibras sintéticas como vector de microorganismos potencialmente patógenos. El equipo sugirió un análisis más profundo de los riesgos para la salud asociados con la contaminación plástica, ya que su presencia puede amenazar la natación y el consumo de mariscos.

Referencias

Pedrotti, ML, de Figueiredo Lacerda, AL, Petit, S., Ghiglione, JF, & Gorsky, G. (2022). Vibrio spp y otras bacterias patógenas potenciales asociadas a microfibras en el Mediterráneo noroccidental. PLOS UNO, 17(11), e0275284. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0275284.

Delacuvellerie, A., Géron, A., Gobert, S. y Wattiez, R. (2022). Nuevos conocimientos sobre el funcionamiento y la estructura de las plastisferas de PE y PP del mar Mediterráneo. Contaminación Ambiental, 295, 118678. https://doi.org/10.1016/j.envpol.2021.118678.

Amaral-Zettler, LA, Ballerini, T., Zettler, ER, Asbun, AA, Adame, A., Casotti, R., Dumontet, B., Donnarumma, V., Engelmann, JC, Frère, L., Mansui, J., Philippon, M., Pietrelli, L. y Sighicelli, M. (2021). Diversidad e interacciones predichas entre e intradominio en la plastisfera mediterránea. Contaminación Ambiental, 286, 117439. https://doi.org/10.1016/j.envpol.2021.117439.

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