Monseñor Rubén Darío Jaramillo, quien propuso lanzar agua bendita sobre el puerto tras la muerte de la niña Diana Tatiana Rodríguez, expresó preocupación y angustia por la situación de seguridad en la población vallecaucana.
En entrevista con la emisora BLU Radio aseguró que la zozobra es constante sobre en el primer puerto sobre el Pacífico.
Los recientes hechos de violencia y la aparición de cuerpos desmembrados han despertado alarma en el representante de la iglesia católica que, incluso, ‘exorcizó’ a la ciudad puerto arrojándole agua bendita desde un helicóptero.
“Estamos muy preocupados y angustiados por la situación que estamos viviendo porque las casas de pique no se han acabado. Continúa esta situación”, dijo el obispo Jaramillo.
“Esto demuestra que estamos en un desorden moral, porque no solamente se está viendo vulnerada la vida humana matando, sino que también se está destruyendo al otro”, agregó.
Finalmente, el obispo pidió más presencia de las autoridades en los barrios con mayor índice de violencia.